El Covid ha "inflado" el balance del Banco de Italia, que a su vez ya llevaba años creciendo, para acabar en 2020 triplicando la cifra de 2014 (+150%). Así lo anunció el gobernador Ignazio Visco, explicando durante la junta anual de accionistas, que las intervenciones de política monetaria implementadas por las instituciones europeas “para contener los efectos económicos de la pandemia se han reflejado en el balance de 2020 del Banco de Italia. La escala alcanzada por las actividades a finales de 2020 no tiene precedentes: el total del balance se acercaba a los 1.300 millones, 336 más que el año pasado”. Solo en 2020, por tanto, el balance creció no mucho menos que en los cinco años anteriores (+429 millones en total): "Desde finales de 2014, el balance total ha crecido casi un 150%, debido a el aumento extraordinario de las operaciones de refinanciación a largo plazo por parte de los bancos y las compras de valores públicos y bonos privados con fines de política monetaria”, añadió Visco.
Entrando en más detalle, "al cierre de 2020 -precisó el gobernador- el superávit presupuestario era 1.296 mil millones de euros. El 70% es atribuible a operaciones de política monetaria (frente al 40% en 2014): los valores alcanzaron los 539 mil millones, un incremento de 155 mil millones respecto al año anterior; 473 mil millones son bonos del gobierno italiano. Las operaciones de refinanciación, equivalentes a 374 mil millones, aumentaron en 154 mil millones”.
El rendimiento se refleja en consecuencia en beneficio y dividendo, aunque en el último ejercicio el beneficio neto del Banco de Italia fue de 6,3 millones, dos menos que en 2019. "La rentabilidad de la institución -subrayó el gobernador- después de cinco años de crecimiento ininterrumpido, disminuyó con respecto a 2019, aunque se mantuvo muy alta en comparación con años anteriores. El efecto sobre los ingresos del importante incremento en los volúmenes de balance fue más que compensado por el de la reducción en las tasas de interés. El resultado bruto, antes de impuestos y de la provisión para riesgos generales, se mantiene en todo caso por encima de los 10 millones, muy por encima del nivel de hace dos años”. “La tendencia futura del balance del banco -añadió Visco-, así como la de la rentabilidad, seguirá siendo influido por la evolución de las medidas de política monetaria y las condiciones generales de la economía. Para 2020, el beneficio bruto, antes de impuestos y de la provisión para riesgos generales, se sitúa en 10,2 millones, 0,6 menos que en 2019”.
El Banco de Italia distribuirá un dividendo de 340 millones se destinará a los accionistas y al Estado una suma de 7,315 millones, de los cuales 5,9 en utilidades y 1,4 en impuestos. En los últimos cinco años, “el monto acumulado pagado al Estado alcanza los 25 millones, más 6,5 millones en impuestos”. Visco hizo a continuación algunas consideraciones sobre la situación económica: “La crisis mundial sin precedentes provocada por la propagación del Covid-19 sigue teniendo un fuerte impacto en la economía y en el tejido social. La presión sobre los sistemas de salud sigue siendo fuerte. La incertidumbre también se mantiene fuerte sobre la evolución de la crisis sanitaria y, en consecuencia, sobre las perspectivas de la economía, pero el lanzamiento de campañas de vacunación en Italia y en el resto del mundo induce a un cauto optimismo de cara al futuro".
