Ayer el acuerdo y la euforia de los mercados. Hoy descontento social. Los ciudadanos griegos no se han tomado tan bien la noticia del acuerdo entre el Gobierno y los principales partidos políticos sobre medidas de austeridad (rebaja del 22% del salario mínimo, recorte de las pensiones complementarias y 150 despidos en el sector público).
Las reformas son necesarias para obtener el paquete de rescate de la Troika (UE, BCE y FMI) de 130 millones de euros. Los sindicatos declararon uno Huelga general de 48 horas y diversas movilizaciones convocadas en varias ciudades del país. Se han sumado trabajadores tanto del sector público como del privado y los que más ponen en peligro el normal desempeño de las funciones sociales son los del transporte público, transbordadores, escuelas, oficinas públicas y museos.
Las manifestaciones continuarán hasta el domingo, cuando el Parlamento votará las nuevas medidas de austeridad. La votación del domingo es una de las tres nuevas condiciones establecidas ayer por el Eurogrupo para desbloquear el paquete de rescate de 130 millones de euros. Para obtener el visto bueno para el segundo programa de ayuda financiera de la zona euro, Atenas también tendrá que reducir estructuralmente su déficit público en otros 325 millones de euros para 2012 y proporcionar garantías por escrito de los líderes de los partidos que apoyan la coalición de que el programa en sí se respetará e implementará incluso después de las elecciones de abril, independientemente de quién asuma el cargo.
