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La entidad de pago también nació en Italia pero la competencia con los bancos es demasiado tímida

Según Open Gate Italia, nuestro mercado de pagos móviles podría tener un valor de alrededor de 3 mil millones para 2015 y traer recursos a las arcas estatales, pero se necesitan reglas más favorables para los nuevos participantes a fin de garantizar una competencia real con el sistema bancario.

La entidad de pago también nació en Italia pero la competencia con los bancos es demasiado tímida

Hace unas semanas el presidente de Confindustria invocó la limitación del uso de efectivo entre las medidas para permitir el relanzamiento de la economía. El 30 de julio podría haber sido el día, largamente esperado por muchos actores del sector bancario y de las telecomunicaciones, para el desarrollo de los servicios de pago a través de dispositivos móviles: las expectativas parecen haberse defraudado. El Banco de Italia finalmente ha emitido, después de casi un año de gestación, la disposición de desarrollo que debía desarrollar este sector, pero parece haber estado más atento a regular un servicio que a abrir el mercado.

La disposición de Via Nazionale es la última pieza de una serie de innovaciones regulatorias que supuestamente liberalizarían el sistema de pago. Todo comenzó en Bruselas, donde la Comisión primero creó la SEPA (Zona Única de Pagos en Euros) y luego emitió la directiva PSD (Directiva de Servicios de Pago, sobre servicios de pago). Italia implementó el PSD a través del decreto legislativo 11/2010, en el que la redacción de todas las disposiciones de implementación se encomendó a Bankitalia.

Por lo tanto, el Parlamento había confiado al Banco de Italia como regulador del sector la tarea de crear las reglas que debían permitir el nacimiento de este nuevo mercado. Los potenciales actores de esta clave esperaban un impulso a la difusión de instrumentos de pago alternativos a los tradicionales: operadores telefónicos, gran comercio minorista, empresas municipales, asociaciones de comerciantes, todos a la espera de una disposición que creara las condiciones para su ingreso en esta nuevo mercado.

Pero, ¿realmente se ha liberalizado el sector? ¿Se puede realmente considerar la nueva figura del Instituto de Pagos, introducida por el PSD, como un competidor de las actuales entidades financieras? La disposición del Banco de Italia debería haber definido más claramente el contexto regulatorio, dentro del cual la nueva figura de la entidad de pago podría haber desarrollado su actividad de manera competitiva.

Una oportunidad para crear un marco que favorezca la entrada de nuevos jugadores, aumente la competencia y, en última instancia, genere beneficios para los consumidores, pero la oportunidad parece haber sido, esperamos, solo pospuesta. Como se desprende del documento de síntesis, de las principales observaciones recibidas durante la fase de consulta, los elementos que podrían haber asegurado la igualdad en condiciones de competencia se consideraron no pertinentes a la medida en cuestión. Es el caso, por citar sólo algunos, de la solicitud de garantizar la igualdad de acceso al mercado ya las infraestructuras de pago existentes, gestionadas por el sistema bancario; la extensión de los servicios de pago móvil a todos los tipos de pago y no solo a los micro; de acceso a la Central de Alarmas Interbancaria que le permite verificar la confiabilidad y nivel de riesgo de su cliente.

Según las estimaciones de Open Gate Italia, que en las últimas semanas ha realizado un estudio sobre mPayment para la Fundación Ugo Bordoni, el mercado en Italia podría rondar los 3 millones de euros en 2015 pero sobre todo podría aportar ingentes recursos a las arcas del Estado (aprox. 20 mil millones por la aparición de los no declarados y 10 mil millones por la reducción de los costos de efectivo). Cifras interesantes, no sólo en estos tiempos donde todo estímulo al desarrollo es precioso y que dan esperanza de que la ocasión sólo se posponga hasta que las autoridades reguladoras interpreten cada vez más su papel como promotores de la competencia y no de competidores.

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