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América Latina: ¿ya pasó la ola roja? De Perú a Chile a Argentina, el regreso de la derecha

La corrupción, la pobreza, el trabajo no declarado están llevando a América Latina hacia una polarización política que premia a la extrema derecha. Lula pierde popularidad en Brasil y en Ecuador parece el momento propicio para otro Trump sudamericano

América Latina: ¿ya pasó la ola roja? De Perú a Chile a Argentina, el regreso de la derecha

Las vueltas electorales de los últimos años en América Latina habían llevado a 9 de 12 países a tener gobiernos de izquierda, pero el viento ya está cambiando: ¿ya pasó la ola roja? en Paraguay los conservadores se han confirmado y la ultraderecha sube, en Argentina avanzamos hacia la victoria del extremista Mieli y en otros países los socialistas flaquean. 

América Latina: vuelve la agitación política. ¿Se ha agotado el efecto de onda roja?

Para variar, elAmérica Latina vive un nuevo periodo de agitación política. Algunas señales sugerirían que el efecto de la ola roja ya se está disipando, luego de que las vueltas electorales de los últimos años hubieran llevado a 9 de los 12 países del área a tener gobiernos más o menos de izquierda: solo Ecuador, Uruguay y Paraguay, siempre que se les pueda considerar una gestión de izquierda rayana en lo democrático como la de López Obrador en México y de Castillo en Perú. Mirando más de cerca, al evaluar la bolsa de los colores políticos del área, sería mejor decir que si Atenas llora, Esparta no ríe.

Lula pierde popularidad en Brasil, Castillo intenta golpe de estado en Perú

De hecho, es innegable que la llamada ola roja (en Sudamérica la llaman ursal, União das Repúblicas Socialistas da América Latina) se desvanece, pero ni siquiera la derecha puede celebrar plenamente. Los signos son claros: Lula volvió a gobernar Brasil pero con una victoria muy estrecha sobre el muy discutido Bolsonaro, y su popularidad se ha desplomado después de 4 meses, al igual que la aprobación de los mercados y parte de la comunidad internacional, dadas sus posiciones ambiguas sobre la guerra en Ucrania. Peor aún, entró Perú a Pedro Castillo, quien luego de un torpe intento de golpe de Estado fue depuesto y arrestado, y está entrando en Chile al joven socialista Gabriel Boric, elegido en 2022 y luego rechazado por sus propios votantes en referéndum para la nueva constitución

Y Kast, simpatizante de Pinochet, avanza en Chile

El cambio ya se ha producido en Santiago: en la nueva Asamblea Constituyente que deberá revisar el texto de la Carta, el centroderecha de la Pinochetista José Antonio Kast. Lo mismo podría ocurrir en Argentina el próximo octubre, cuando el actual presidente peronista, Alberto Fernández, no vuelva a postularse, ni tampoco la expresidenta Cristina Kirchner: todo apunta entonces a un regreso al poder de la derecha, con incluso la pesadilla de una victoria de extrema derecha dirigido por populista javier milei, que en las encuestas se le da ventaja con el 24% de las preferencias. 

América Latina: las Bolsas corren pero se teme auge de la ultraderecha

El verdadero peligro que mantiene alerta a los mercados es precisamente este: la aparición de extremismos como Trump y Bolsonaro. En la zona hasta la fecha las bolsas de valores tienden a correr y las perspectivas económicas son sustancialmente de buen crecimiento, gracias a las materias primas, pero las condiciones de la población no siempre siguen estos indicadores: en Argentina la tasa de pobreza ha superado el 40% y Brasil vuelve al Mapa del Hambre de la ONU (más de 15 millones los brasileños no tienen garantizado el acceso a los alimentos). Esto significa que pueden surgir figuras como Milei, quien sí es profesor universitario pero se define a sí mismo como un "anarcocapitalista" y es famoso por insultar a opositores y periodistas.

La polarización política contagia a Paraguay y Ecuador

Este esquema ya se ha visto en Paraguay, donde el partido conservador ganó recientemente las elecciones, confirmándose en el poder durante décadas (durante 70 años si consideramos también el período de la dictadura de Alfredo Stroessner): el economista Santiago Peña ganó con el 42,7% de los votos y en total, el suyo es una propuesta de derecha moderada, pero es de interés periodístico el ascenso de la ultraderecha de Payo Cubas, considerado el Bolsonaro de Paraguay y fundador del movimiento Cruzada Nacional, contra los matrimonios entre personas del mismo sexo, el aborto incluso en casos de violencia y la presencia de extranjeros en el país.

El partido extremista se presentó por primera vez a las elecciones y obtuvo un asombroso 23%, eligiendo a 5 senadores y 5 diputados. Cubas fue luego arrestado por participar en protestas violentas bajo cargos de fraude, pero mientras tanto el polarización política fue creado en un país donde el trabajo no declarado representa el 64% del mercado y que ocupa la posición 105 (de 189) en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU. Y para testimoniar el no precisamente excelente estado de salud ni siquiera del derecho es el caso delEcuador: el 17 de mayo, el presidente Pablo Lasso disolvió las Cámaras y convocó nuevas elecciones. Hizo esto para evitar su propia acusación, ya que está involucrado en una escándalo de corrupción.

Es la primera vez que se realizan elecciones anticipadas en Ecuador por este motivo. Y las posibilidades de confirmación para Lasso son muy bajas: al 80% de la población ya no le gusta, ni siquiera es seguro que vuelva a postularse. El país, además de una crisis económica, también atraviesa unaemergencia criminal: La tasa de homicidios se duplicó de 2021 a 2022 y el año pasado 420 reclusos fueron asesinados en prisión por arreglos relacionados con drogas. En este escenario, la izquierda del expresidente Correa también luchará por imponerse, dado que su líder huyó a Bélgica tras ser condenado por corrupción. Incluso en Ecuador parece que ha llegado el momento de otro Trump sudamericano.

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