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Agricultores contra la contaminación: más biometano del campo

Eni y Coldiretti firman un acuerdo para incrementar las nuevas energías más limpias y competitivas. Los agricultores como actores en la transición energética italiana.

Si Italia avanza enuso de biometano, también es porque los agricultores creen en ello. En el campo quieren trabajar con fuentes no contaminantes y Eni les está echando una mano. Concentrada como está en el desarrollo de este segmento energético. Ha firmado un acuerdo con Coldiretti para la producción de 8 mil millones de metros cúbicos para 2030. Un reto para las explotaciones que poco a poco podrán incorporarse a la red. Los productos que salen, que llegan a las mesas de medio mundo, no se aprovechan. Pero los cultivos habrán hecho su parte. 

 Las granjas deberían poder cumplir con las altas cantidades de biometano consagradas en el acuerdo. El panorama nacional -pese a las 8 plantas existentes- no está en su mejor momento, pero el camino parece ir cuesta abajo. El presidente de Coldiretti, Ettore Prandini y Giuseppe Ricci, Gerente General de Eni Refining & Marketing, firmaron el acuerdo. Con ellos también el Subsecretario de Presidencia del Consejo Guido Guidesi. Los dos directivos han acordado una colaboración a medio plazo. 

En los próximos 11 años tendrán que hacer crecer la cadena de suministro de biometano avanzado: desde el campo hasta la bomba. Los residuos de la agricultura y la ganadería irán directamente a los depósitos locales para uso civil. “Gas verde” lo llamaron y encaja, porque la composición química es pura. Se construirán pequeñas plantas en el campo; en aquellas empresas que Coldiretti conoce por tenerlas entre sus asociados. Eni, a su vez, se encargará del transporte y la inyección tanto en la red de ventas territorial como en las redes dedicadas a las propias empresas asociadas. Los agricultores, a su vez, tendrán concesiones en el uso de combustibles de bajas emisiones en los vehículos agrícolas.   

Los residuos agrícolas serán el corazón de las mini plantas para cubrir el 12 por ciento del consumo de gas en Italia. Hay mucho en juego, en los años en que el país tiene que afrontar la transición impuesta por los acuerdos de la ONU. Necesitamos gasolina, pero seguiremos estudiando y experimentando en aquellas campañas mejor organizadas, y que hasta ahora ya se han ocupado de tener producciones respetuosas con el medio ambiente. Es necesario -dijo Prandini- pasar de un sistema que produce residuos y contaminación a un modelo económico en el que también se producen residuos aprovechando los residuos. Una evolución equivalente a los esfuerzos generales para modernizar la agricultura italiana.

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