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Adidas ya no paga alquiler: polémica en Alemania

El gigante de la ropa deportiva, para proteger sus márgenes de beneficio, ha dejado de pagar los alquileres de sus tiendas en Alemania -H&M, Puma, Saturn y Deichmann también quieren hacer como Adidas

Adidas ya no paga alquiler: polémica en Alemania

Después de cobrar colosales beneficios durante décadas (el último resultado neto, el de 2019, superó los 2 millones de euros), el gigante alemán Adidas, que vende artículos deportivos fabricados en China a muy bajo costo, ha visto caer en picada las ventas y suministros de las fábricas asiáticas con la llegada del Coronavirus. Debido a la pandemia, tuvo que cerrar todas sus tiendas en Europa y América y para no tocar en un euro los gigantescos beneficios y enormes dividendos, decidió de la noche a la mañana ya no paga el alquiler de sus puntos de venta. De los alemanes, por ahora.

Como Adidas también quiere hacer H&M, Puma, Saturno y Deichmann. Son miles de puntos de venta cuyos dueños corren el riesgo de sufrir enormes daños. El público alemán está enfurecido y en una entrevista con el popular Bild, Olaf Scholz, Ministro Federal de Finanzas, criticó duramente la decisión de Adidas, que se produjo justo cuando Berlín estaba decidiendo ayudar a los inquilinos de tiendas y viviendas contra el riesgo de desalojo.

Las grandes multinacionales, en lugar de demostrar -como se quejan los ministros alemanes, la prensa y los consumidores- el necesario sentido de la responsabilidad, se quedan con las rentas en el bolsillo. Lo malo es que si esta es la ola que está sacudiendo las ya muy revueltas aguas de las multinacionales, los gobiernos europeos temen que la decisión de Adidas también traspase la frontera y se convierta en una decisión compartida por otras compañías.

Adidas, que también fabrica casi todos sus productos en Asia (salvo una fábrica completamente robotizada en Alemania), ha logrado en los últimos años brillantes resultados económicos, con una facturación en constante crecimiento (más de 23 millones de euros en 2019) y con beneficios igualmente progresivos (+12% los del año pasado).

Bastó escuchar, en los apagados salones donde se reunió recientemente la cumbre del Konzern alemán, el eco de un lucro cesante del primer trimestre del año de unos 400 millones de euros, para decidir la brutal eliminación del pago de alquileres. “Así es si se quiere -habrían comentado- ni siquiera tendremos las ventajas de los Juegos Olímpicos y las competiciones deportivas y por lo tanto de nada sirve seguir pagando alquileres por comercios que no dan dinero porque están todos cerrados”.

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