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Agua, Roma 8 horas seco? Aquí está el plan para evitarlo

El Plan B de la Región consiste en aumentar el nivel de captaciones de otras fuentes de agua, sobre todo del acueducto de Peschiera, en la provincia de Rieti. Pero sigue el paso de la pelota entre la Región, el Ayuntamiento y Acea y llegar a un acuerdo el viernes 28 (día en el que debería empezar el racionamiento) parece difícil. La administración Raggi brinda diez consejos para ahorrar agua en la ciudad

Agua, Roma 8 horas seco? Aquí está el plan para evitarlo

Los ciudadanos romanos que permanecerán en la capital entre finales de julio y el mes de agosto se arriesgan a enfrentarse al racionamiento de agua, durante 8 horas diarias a partir del viernes 28 de julio. Se trata, más que nada, de una amenaza lanzada por Acea -la multiutility de la que el Municipio de Roma es accionista al 51%- tras la parada, decidida por la Región de Lazio, en la retirada del lago de Bracciano.  

La situación es muy complicada, hecha de acusaciones y puyas no demasiado veladas. El Gobernador de la Región de Lazio Nicola Zingaretti dio la voz de alarma al declarar el viernes pasado, en términos muy claros, que "el agua está a punto de acabarse en Roma". La emergencia por la sequía (hace más de un mes que no llueve en la capital) está poniendo a Roma en una situación realmente incómoda, teniendo en cuenta que las fuentes de donde proviene el agua están en serias dificultades.

El abastecimiento de agua de la capital proviene en un 85% de manantiales, un 12% de pozos y un 3% de fuentes superficiales (como el lago Bracciano). Hay cuatro manantiales principales: Peschiera-Capore (ubicado en la provincia de Rieti, suministra más del 70% del agua, alrededor de 1,4 millones de metros cúbicos por día), Acqua Marcia, Appio-Alessandrino y Simbrivio Doganella. Según certifica Acea, las fuentes se encuentran en magro excepcional, con un caudal medio un 20% inferior al de 2014.  

Acea respondió con dureza al bloqueo decidido por la Región sobre las retiradas del lago de Bracciano, que llegó tras insistentes advertencias de los municipios del distrito de los lagos. La multiutilidad de viale Ostiense ha definido la orden de Zingaretti unilateral ed ilegítimo, describiendo las graves consecuencias que podrían recaer sobre los ciudadanos romanos: "La drástica reducción de la afluencia de agua a la red de agua de la capital nos obligará, de hecho, a implantar una rígida rotación en el suministro que preocupará a unos 1.500.000 romanos" - sí se lee en un comunicado de prensa de Acea spa. "El válvulas de compuerta de apertura y cierre y un sifón hidráulico que desactiva automáticamente las tuberías". 

Evidentemente, redunda en interés de todos evitar el racionamiento, que dejaría 1,5 millones de usuarios romanos "secos" durante 8 horas al día, un buen tercio del día, a partir del sábado 28 de julio. Sin embargo, no será fácil encontrar una solución alternativa, dado que las tres partes involucradas parecen estar interesadas solo en descargarse las culpas entre sí. El común cree que el partido es entre Acea y la Región. Sin embargo, Zingaretti continúa afirmando que solo cumplió con la ley al bloquear los retiros del lago Bracciano, enfocándose en el Municipio para salir del callejón sin salida. Acea, en cambio, parece bloquear, sin dejar de repetir que el único camino posible es el del racionamiento. 

Il Plan b en el que está trabajando la Región es el siguiente: elevar el nivel de retiros de otras fuentes que sirven al capital, especialmente del acueducto de Peschiera. El acuerdo aún parece lejano, y muy probablemente también será necesario involucrar a Protección Civil.

Lo extraño de toda esta historia es la enorme desproporción entre la falta de aporte de Bracciano al agua de la ciudad (8%) y el racionamiento de hasta la mitad de los usuarios. Una paradoja.  

¿Y la alcaldesa Virginia Raggi? Por su parte, se limitó a expresar "preocupación, esperando que se haga todo lo posible para asegurar el agua a los ciudadanos, hospitales, bomberos, actividades comerciales". La Raggi aprovechó entonces la oportunidad para declarar que ella era "la primera en denunciar la dramática situación del lago de Bracciano". 

La contribución al asunto de la junta Raggi se detiene por ahora en una guía de 10 consejos para ahorrar agua en la ciudad. La esperanza de todos es llegar al próximo viernes con una alternativa válida (quizás distinta a "darse una ducha en vez de bañarse"), para no tener que recurrir a remedios que, en una ciudad que se define como "metropolitana", ni siquiera deberían ser tomado en consideración. 

 

 

 

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