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SUCEDIÓ HOY – Tito se convierte en presidente de Yugoslavia

El 13 de enero de 1953, el mariscal Josip Broz, más conocido como Tito, asumió la presidencia de la República Federativa Socialista de Yugoslavia, el único país comunista alejado del modelo soviético que inauguró la autogestión de las fábricas, una política exterior no alineada y que sobre todo unido un pais de mil etnias

SUCEDIÓ HOY – Tito se convierte en presidente de Yugoslavia

La era del mariscal Josip Broz, más conocido como Tito, que el 13 de enero de 1953 pasó a ser presidente de la República Federativa Socialista de Yugoslavia. Reemplazó a Iván Ribar y permaneció en el cargo durante casi 30 años, hasta el 4 de mayo de 1980, día de su muerte.

Antes de llegar al poder, Tito había cofundado el Partido Comunista de Yugoslavia (KPJ) en 1920, a la edad de 28 años.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el líder comunista encabezó la resistencia partidista contra la ocupación alemana, contando también con el apoyo de los Aliados.

Después de la guerra, Tito ganó las elecciones del 11 de noviembre de 1945, en el que se presentó al frente del Frente Nacional. Luego fue nombrado primer ministro y ministro de Relaciones Exteriores.

Durante este período, las fuerzas yugoslavas y el Ejército Rojo participaron en la deportación yasesinato en masa de poblaciones de etnia alemana, consideradas colaboracionistas. La población italiana de Istria, sumariamente considerada fascista, sufrió las matanzas de sumideros.

Bajo la presidencia de Tito, Yugoslavia se transformó en un estado federal regido por un régimen comunista pero muy alejado del modelo soviético, tanto en el aspecto económico -donde inauguró la autogestión de las fábricas- como en el de las relaciones con los religiosos. autoridades y en política exterior. La República de los Balcanes rompió con la URSS y se retiró del Pacto de Varsovia, poniéndose a la cabeza de los llamados países “no alineados”, es decir, los estados formalmente equidistantes de los dos bloques opuestos durante la Guerra Fría.

La figura política del Mariscal Tito puede juzgarse como se quiera, pero hay que reconocer que logró mantener unido a un país de mil etnias: tras él el diluvio.

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