Nicola Zingaretti revela las cartas. Fortalecido por un casi milagroso, así como histórico confirmación a la presidencia de la Región de Lazio, el nuevo gobernador sale a la cancha, listo para postularse para las primarias del PD mediante el cual se elegirá al nuevo secretario tras la renuncia de Matteo Renzi.
“Estaré allí”, dice Nicola Zingaretti, respondiendo una pregunta de Repubblica:“Incluso en las primarias, no excluyo nada”.
Las elecciones del 4 de marzo lo coronaron como el único vencedor de un centroizquierda en profunda dificultad, despejando lo que ahora se define en toda Italia como "modelo Zingaretti", un ejemplo de administración que une y no divide. No en vano, en Lazio: “hicimos un acuerdo con Liberi e Uguali, teníamos a los alcaldes, las listas cívicas y, sobre todo, a los jóvenes con nosotros. Es un modelo que relanza el espíritu del Olivo”, explica el reelegido presidente en la entrevista.
Pero quien piense que su posible elección a la secretaría del Partido Demócrata podría conducir a un ablandamiento de los opositores se equivoca. “Tenemos que permanecer en la oposición".él comenta.
Su propuesta es abrir un congreso (basado en el artículo 3 de la Constitución) lo más "abierto y unitario" posible, cooperando también con Matteo Renzi para la "regeneración" del partido.
Luego de la victoria de las Regionales, donde fue votado por 341 votantes más que el Partido Demócrata, Zingaretti se prepara así para ingresar al duelo nacional, sin olvidar los obstáculos que deberá enfrentar a nivel local.
A pesar de que la silla en Via Cristoforo Colombo está firmemente en sus manos., no hay mayoría en el Consejo. 25 Concejales (él mismo incluido) contra los 26 conquistados por la oposición. Pero el presidente no tiene intención de rendirse: “Arreglaré cuatro puntos -explica a Repubblica- residuos, sanidad, fiscalidad y desarrollo económico. Si encajan, bien".
