Al final Matteo Berrettini se dio por vencido pero luchó con honor en un partido que lo consigna, en cualquier caso, a la historia como el primer italiano en llegar a la final en el campo verde más importante y prestigioso del mundo. Novak Djokovic, un gigante, gana el torneo de Wimbledon por tercera vez consecutiva con un marcador de 6-7, 6-4, 6-4, 6-3. Para cualquiera que haya podido ver el partido, en Wimbledon o por TV, fue un partido hermoso, peleado con golpes increíbles de ambos lados.
Muy aplaudido Matteo Berrettini recibió vítores casi de estadio que llevaron al árbitro, en más de una ocasión, a llamar al público a un apoyo menos ruidoso.
"Sensaciones increíbles, demasiadas para poder manejarlas", comentó Berrettini en el momento de la entrega de premios, visiblemente emocionado. “Hasta en esto Djokovic es mejor que yo, por su capacidad de gestionar las emociones. Pasará a la historia. Espero que esta final no sea la última para mí”, dijo el campeón italiano.
Y luego otra vez: “Felicitaciones al equipo de Novak y gracias a mi familia, equipo y amigos que están aquí. Para mí no es el final sino el comienzo de mi carrera. Sin ellos nada de esto hubiera sido posible. Gracias y sigue intentándolo".
“Tuve más de una batalla hoy. Felicitaciones a Matteo y su equipo. Tiene un tenis increíble y potente, un auténtico mazo. Qué decir. Yo también te amo, muchas gracias”, respondió Novak Djokovic. “Ganar Wimbledon siempre ha sido mi mayor sueño. Nunca debes dar nada por sentado. Tengan en cuenta que ganar Wimbledon es un gran honor”, son las palabras de Novak Djokovic en su último saludo al público en la pista central. Y luego una advertencia "Raf, Roger y Novak: ninguno de nosotros se retirará". Aplausos para todos.
