"Creo que sí". Así el primer ministro Paolo Gentiloni a los periodistas que le preguntaron, al margen de la Cumbre Europea de Tallin, si procederá con una cooperación reforzada en el tema de la web tax si no hay un acuerdo general en la UE.
Es un poco el sentido del documento que "Italia, Francia, Alemania y España" habían acordado a finales de agosto en París y dirigido a los jefes de Estado y de Gobierno aquí. No podemos aceptar la idea de que el derecho de establecimiento de empresas para los gigantes de la web se conciba como en tiempos pasados cuando se pagaban impuestos donde había fábricas y trabajadores. Hay plataformas que nos hacen la vida más fácil ya las que no queremos renunciar por nada del mundo que, sin embargo, tienen volúmenes de negocio sensacionales en nuestros países y quizás pocos empleados. Así que hay una propuesta de la Comisión, tenemos que seguir adelante, pero los países individuales deben trabajar en coordinación entre sí también con una cooperación reforzada”, y rápidamente.
Según Gentiloni, “es interesante” que se esté hablando de economía digital “en un país como Estonia, que es pequeño pero vanguardista. Lo digital es necesario para la competitividad de las empresas y para hacer la vida más fácil a nuestros conciudadanos”. Y, sin embargo, precisó, "dado que la UE se enfrenta a gigantes que en gran medida no son europeos, debe abordar seriamente el problema de armonizar una fiscalidad justa para estos gigantes digitales".