La última semana "tranquila" ha pasado. De hecho, las copas comenzarán de nuevo a partir del martes y nuestros equipos estarán convocados a exámenes importantes, sin prueba de apelación. Los compromisos europeos, sin embargo, no solo afectarán a la Juve (Champions), Roma, Nápoles, Fiorentina, Turín e Inter (Europa League): de hecho, incluso los que no participen estarán involucrados, aunque difamados. Los partidos entre semana quitan energía física y mental: alguien podría aprovecharlos para roer puntos y así ascender en la clasificación... El gran sueño atañe a la Juventus, el único italiano que permanece en la élite europea de la Champions League, pero las mayores expectativas van dirigidos a la Europa League, más realistamente hablando, a nuestro alcance.
Sin embargo, el sorteo le dio una buena mano a los blanquinegros: clasificados como subcampeones, podían encontrar de todo, desde el Real Madrid hasta el Chelsea, pasando por el Barcelona y el Bayern de Múnich. En su lugar, Massimiliano Allegri encontró al Borussia Dortmund, hasta la fecha el equipo con más dificultades de los 16 restantes en la carrera. Los gialloneri de Klopp ocupan el tercer lugar desde el fondo de la clasificación, disputados por la afición y en riesgo de descenso. Dicho así, parecería que no hay partido, pero el fútbol no es una ciencia exacta y, sobre todo, la Champions no es la Bundesliga. De hecho, el Borussia cojo en la liga ha logrado ganar su grupo, superando a un equipo como el Arsenal; pues, aparte de Lewandowski, la plantilla es prácticamente la misma que, hace un par de años, estuvo cerca de ganar la copa en la final (después perdida) ante el Bayern: por tanto, ¡ay de subestimarle, o arriesgarse a una eliminación que dolería! muy mal
Si la Champions sigue siendo un sueño, la Europa League es una necesidad. De hecho, el ascenso de nuestro fútbol pasa por ahí y no sólo porque, a partir de este año, quien lo gane tendrá un pase a la copa principal. Es una cuestión de prestigio y clasificación, cosas que alguna vez nos vieron sobresalir y que hoy, sin embargo, nos ven a años luz de la Premier League, la Liga y la Bundesliga, además de ser socavados por la Ligue 1 y la Liga Sagres. Máxima atención por tanto a Roma, Nápoles, Fiorentina, Turín e Inter, que se jugarán el pase a octavos de final con Feyenoord, Trabzonspor, Tottenham, Athletic de Bilbao y Celtic. Sobre el papel, la apuesta más asequible es la de los azurri: de hecho, los turcos no parecen representar un gran problema.
A los demás, en cambio, les esperan partidos pesados, llenos de atractivos históricos (Inter y Celtic, por ejemplo, jugaron la Copa de Campeones de 1967) y escollos. La tarea más difícil concierne a Fiorentina y Turín, que parten desvalidos ante Tottenham y Athletic Bilbao: las posibilidades de clasificación están ahí (sobre todo para la Viola) pero una eliminación ciertamente no sería un escándalo. Por otro lado, ¡ay si Roma e Inter se metieran en líos! Feyenoord y Celtic siguen siendo equipos insidiosos, con antecedentes históricos y fanáticos muy calientes, sin embargo, los giallorossi y los nerazzurri están mucho mejor equipados. En definitiva, está prohibido distraerse: nuestro fútbol, nunca como este año, realmente no se lo puede permitir.