La Vuelta, tras nueve etapas y en vísperas del primer descanso de hoy, sigue sin encontrar a su maestro con diez corredores reunidos en menos de un minuto. Pero si aún no sabemos quién sucederá a Chris Froome en el registro dorado de la carrera española, ciertamente es más fácil decir quién ya lo ha perdido, inmediatamente fuera de la contienda desde las primeras etapas: dos nombres sobre todo son los de Vincenzo Nibali y Richie Porte, ambos regresando de accidentes desastrosos en el último Tour de Francia. El tasmano de Bmc, próximo a cambiarse al Trek-Segafredo, navega en la parte trasera de la clasificación a más de una hora del líder que desde ayer es Simon Yates.
Nibali, que vino a España para intentar ponerse en forma de cara al Campeonato del Mundo de Innsbruck a finales de septiembre, sigue con los dolores de la fractura de vértebras en el Alpe d'Huez bajo estrés, por lo que desistió de inmediato objetivos de clasificación -actualmente es 69º con más de 37 minutos- con el único objetivo de encontrar una condición digna sin la cual también podría renunciar a la dolorosa pérdida de la carrera por el campeonato mundial, que era y sigue siendo uno de los objetivos de una temporada para él que Empezó muy bien con la victoria en Sanremo pero acabó terriblemente complicado tras la desafortunada caída en el Tour.
En el Alto de la Covatilla, una especie de "Mont Ventoux" para los españoles, meta de la novena etapa, donde el estadounidense Ben King repitió el éxito de la cuarta etapa en el Alfacar, la Vuelta ha relanzado a Simon Yates en la En lo más alto de la clasificación, el británico que desapareció de la actualidad deportiva desde el día en que con el maillot rosa se lo tragó la devastadora crisis de la etapa del Colle delle Finestre, la de la mítica cabalgata de Froome.
Yates en el rifirrafe de grandes nombres que se desató por detrás de King y Mollema (segundo a 48" del estadounidense de Richmond) perdió unos cuantos segundos sobre Quintana, Miguel Ángel López y Urán, pero se adelantó por 15" a Valverde, algo embalado en el último km, apenas un segundo para conquistar el maillot rojo que parecía destinado al campeón murciano tras la clara rendición de Rudy Molard, líder de la clasificación hasta ayer.
Como se ha dicho, la clasificación está abierta como nunca aunque dada la montaña que aguarda a los corredores con salida desde la tremenda Camperona, meta en altura de la 13ª etapa, Quintana -ahora tercero en la general a solo 14" de Yates- aparece tras tantos meses de empañarse entre los más cotizados pretendientes al éxito final si da continuidad a la buena actuación del casi redescubierto Cóndor en esta primera parte de la Vuelta. López (7º a 27" de Yates) más que Urán (8º a 32") es el otro colombiano que las sombrías subidas que vienen podrán ver entre los protagonistas de la carrera.
Decepcionante en las rampas finales de la Covatilla fue Mikal Kwiatkwoski, que se descolgó de lo más alto y descendió hasta el puesto 15 de la clasificación, a 2'10” del maillot rojo. Fuera de los diez primeros pero aún sin entrar en la lucha por el podio está Fabio Aru, aunque sufrió en la final de ayer perdiendo unos cuarenta segundos con Quintana y López. Undécimo a 1'08” de Yates, el sardo hasta ahora, si no ha hecho cosas extraordinarias, en defensa más que en ataque, no ha dado sin embargo señales de aviso de clamorosos fracasos.