La Vuelta ofrece otra etapa apasionante aunque el impacto en la clasificación al final es mucho menor que el espectáculo que tuvo lugar en la impermeable subida a los 1.815 metros de la Sierra de la Pandera. Chris Froome fue atacado primero por Chaves y De la Cruz, luego por Nibali y Contador, pero tras un momento inicial en el que dio la impresión de rendirse, el británico de camiseta roja -como ya nos tiene acostumbrados- comenzó a girar sus piernas como solo él puede hacerlo, cosiendo el agujero. Chaves, tras el exabrupto, cedió, De la Cruz hasta se empacó.
A Contador le hubiera gustado darle una mano extra a Nibali, pero incluso el Pistolero se encontró, después de tantos días de osadía, un poco sin aliento. Así, a dos kilómetros de la meta, después de muchas escaramuzas, Nibali también vio agotado su ataque. Se formó un sexteto -Froome, Nibali, Miguel Ángel López, Wilco Kelderman, Zakarin y Contador- detrás de Rafa Maika, ya inalcanzable, que había perdido a sus nueve compañeros en la fuga que se inició en la primera parte de la etapa en subida y que fue logrando una de sus mejores victorias.
Ahora entre Froome y Nibali el reto se concentró en los bonus, o mejor dicho en el bonus de 4" por el tercer puesto porque justo antes de la flamme rouge del último km el colombiano López con un sprint imperioso salió de la empresa, finalizando segundo a 27" de Maika. . Nibali, mostrando una condición que mejora día a día, superó a Froome, Zakarin y Kelderman.
Contador, como prueba de haber dado todo lo que tenía dentro al atacar con el Tiburón, llega 6” después. Gracias a la bonificación de tiempo, Nibali reduce su diferencia con Froome a 55” en la víspera de otra etapa “highlight” que se verá hoy y que llevará la Vuelta a más de 2.500 metros en Sierra Nevada.
