El recorrido de la Vuelta, que arranca hoy con la contrarreloj de 8 km en Málaga, vuelve a estar diseñado para soñar con hazañas y emboscadas. Montañas lúgubres esparcidas por doquier, con el colofón en el tríptico de Asturias con los terribles repechos finales de la Camperona y en la mortífera penúltima minietapa con la llegada a lo alto de la Collada de la Gallina de 2015 metros, menos de 100 km con seis cuestas a escalar para un desnivel total de más de 4 metros: un terreno ideal para batallas épicas pero nunca como este año es difícil hacer un identikit de un posible maestro y ganador de la carrera española. Faltan los dos ganadores del Giro y del Tour, es decir, Chris Froome y Geraint Thomas, ni siquiera Tom Dumoulin, segundo en el Giro y el Tour, que corre como Thomas en la nueva Vuelta a Alemania. Mikal Landa también tuvo que abandonar tras su caída en la Clásica de San Sebastián, pero en la lista de largada hay cuatro ganadores de pasadas ediciones de la Vuelta: Vincenzo Nibali, Fabio Aru, Nairo Quintana y Alejandro Valverde. Sin embargo, los cuatro grandes están de inicio con una temporada a sus espaldas complicada por lesiones o malas debacles.
Nibali, de no haber regresado de la minifractura de una vértebra sufrida en la desafortunada etapa de Alpe d'Huez, sería el gran favorito de esta Vuelta que el siciliano quiere afrontar sobre todo como un rodaje a la vista del campeonato mundial de Innsbruck. Aru tiene muchas ganas de anular los terribles días del Giro, siempre despegado y desquiciado en todas las subidas, pero el sardo tras su éxito en la Vuelta de 2015 se mostró más decepcionado que convencido. Será uno de los grandes nombres más observados, pero otro fracaso sería fatal para la continuación de su carrera. Si los dos italianos tienen sus problemas, incluso los dos capitanes de Movistar, Quintana y Valverde, no convencen del todo, sobre todo el colombiano que viene de dos añadas bastante turbias, con una involución inquietante sobre todo en las etapas de montaña donde ha tenido el ex Condoir. perdió continuidad, con notas altas cada vez más raras y muchas interpretaciones opacas. Al final el que parece más sano es el viejo Valverde pero el murciano, con una carrera plagada de récords y éxitos, es un campeón que da espectáculo pero que tras su triunfo en la Vuelta de 2009 cosechó muchos podios pero nunca más una victoria. en las grandes vueltas. Dicho de los cuatro grandes nombres ya vencedores en España, todos con un Saturno personal en contra por vencer, es acertado añadir los nombres de Miguel Ángel López, Richie Porte y Thibaut Pinot entre los posibles protagonistas de una Vuelta que se presenta abierta como siempre en las previsiones de la víspera. Predicciones que en cambio se centran todas en Rohan Dennis, como probable ganador de la primera etapa contrarreloj y por tanto primer maillot rojo de la carrera.