La Vuelta, ya desierta por muchos grandes nombres, también perdida en la víspera Ricardo carapaz, el ganador del Giro de Italia que tras el sorpresivo golpe en la carrera rosa se había eclipsado esperando la carrera española. Pero una caída en un evento de Holanda le llevó a la clausura, una renuncia con una estela de polémica y suspicacia dado que el ecuatoriano está a punto de dejar Movistar y asentarse en el Ineos. Es destino que las tres grandes carreras por etapas de este año tengan que ceder corredores que se hayan dado entre los grandes favoritos de la víspera en el último momento.
El Giro registró la ausencia de Egan Bernal debido a un accidente de entrenamiento. El joven colombiano ganó entonces el Tour que, pocos días antes de la salida, perdió a Tom Dumoulin y sobre todo a Chris Froome, víctima de una ruinosa caída en el Dauphine Tour. El británico, aún en el dique seco por la extensión de las fracturas, se adjudicó la Vuelta de 2011 a raíz de la descalificación por dopaje de Cobo, el español que le precedía en la clasificación final. Muchas ausencias: a las evidentes de Froome, Dumoulin, Bernal y Nibali se sumaron las de Carapaz y Simon Yates, ganador de la edición del año pasado, que no tenía ganas de afrontar las penurias de la Vuelta tras las del Giro y Tour .
Desplazándose por la lista de salida, los nombres famosos se pueden contar con los dedos de la mano: Primo Roglic, que intentará compensar la media decepción del Giro, Nairo Quintana que intentará hacer un bis tras su éxito en 2016, Miguel Ángel López, Rigoberto Urán, Jacob Fuglsang, Alejandro Valverde. En el frente italiano, el hombre punta es Fabio Aru, que logró su mejor victoria en la Vuelta de 2015 y que ahora espera redimirse.