La Vuelta sigue regalando emociones en una etapa ganada por el belga Sander Armée, bueno para superar a sus compañeros en la fuga del día. El último en rendirse fue Lutsenko, que finalizó segundo a los 31”. Como suele ocurrir dos carreras en una, delante de veinte hombres fuera de la clasificación en busca de la gloria, detrás más de diez minutos la batalla entre los grandes nombres por lo más alto de la clasificación.
Tras el derrumbe en el Monumento Vaca Pasiega, las miradas de todos estaban puestas en la reacción de Froome que le pagó a Nibali un 42” de penalti. La Vuelta nunca había estado cerrada pero el miércoles había dado un giro contra el líder británico por primera vez. Veinticuatro horas más tarde en la meta de Santo Toribio de Liébana, al final de una subida menos torva Froome vuelve a tomar las riendas de la carrera, recuperando la mitad de los segundos perdidos ante NIbali el día anterior. El Tiburón, en una subida que permitía ritmo, sufrió ayer las aceleraciones de Froome, quedando a 21” del maillot rojo.
quien en cambio cEl que sigue sorprendiendo ofreciendo actuaciones y ataques es Contador que corre por sí mismo buscando, con el corazón pero también con las piernas del mejor Pistolero, la última victoria que se le escapa de etapa en etapa. Un orgullo y una clase inmensos, Contador sigue siendo la punta de la balanza de esta Vuelta, a veces a favor de Nibali, ayer de Froome.
A dos días del Angliru, que mañana dará la cara definitiva a la clasificación antes del espectáculo final en Madrid, Nibali perdió inesperadamente una ronda importante pero aún no el partido, aunque Froome devolvió la ventaja al italiano a 1'37”. El británico está más que nunca a un paso de hacer el doblete del Tour y la Vuelta en un mismo año: sería el primer ciclista desde que la carrera española se trasladó al calendario en agosto -Anquetil y Hinault conquistaron los maillots amarillo y rojo cuando la La Vuelta todavía estaba allí, tuvo lugar antes del Giro de Italia.
El maestro de cuatro Vueltas hasta la fecha ha demostrado ser el más fuerte, no en vano que además de liderar la clasificación por tiempos con el maillot rojo, es líder de la clasificación por puntos y de la combinada. Pero Nibali haría mal en no intentarlo hasta el último momento dado que el Froome de hoy, pese a seguir siendo un motor potente, ya no es el marciano del Tour 2013 como demuestra el minifracaso del miércoles.
