La era de vuelos de bajo coste ¿se acabó? Escuchar Ryanair, la reina de las aerolíneas de bajo coste, al parecer sí. La semana pasada Michael O'Leary, número uno del gigante irlandés, anunció que durante los próximos cinco años (y, probablemente, muchos más por venir) la tarifa mínima irá de 10 a 50 euros. ¿La razón? Simple: el aumento en el costo del combustible ahora ha hecho insostenible el modelo de negocio basado en tarifas de ganga. “El aumento en los precios de los boletos está impulsado por un aumento dramático en los costos del combustible para aviones – explica Keir Maclean, analista temático GlobalData – Desde principios de 2022, el precio del combustible ha aumentado en un 90 %. Ryanair es la primera aerolínea de bajo coste en declarar públicamente el final de los vuelos de bajo coste. Sin embargo, la inflación del precio del combustible no es exclusiva de Ryanair y aumentará los gastos generales en toda la industria, lo que afectará negativamente no solo a Ryanair, sino también a competidores como EasyJet e Wizz Air. No son buenas noticias para los viajeros”.
El precio de los billetes de avión ya se ha disparado
Si pensamos sólo en términos de inflación, no cabe duda de que la subida de los precios de las materias primas, muy agravada por la guerra de Ucrania, ha producido una revolución copernicana en las cuentas de las aerolíneas. Desde hace meses, asociaciones de consumidores como Codacons y Unc denuncian que el transporte aéreo es uno de los sectores que más sufre por las subidas de precios, que naturalmente se han trasladado a los usuarios. Según estimaciones de la Unión Nacional de Consumidores, el mes pasado el precio del boleto para moverte en Europa eres disparando 168,4% respecto a julio de 2021, mientras que la factura de los viajes intercontinentales aumentó un 125,7 %.
Pero los asientos realmente económicos nunca han superado el 3-5%
Sin embargo, esto no significa necesariamente que el mercado de los vuelos de bajo coste esté destinado a grandes cambios. En realidad, dependiendo de las rutas y periodos, en el pasado ya era necesario desembolsar varios cientos de euros para volar con Ryanair, como bien saben los estudiantes y trabajadores externos que tienen que pagar cada año. un costo que es cualquier cosa menos "bajo" para ir a casa, por ejemplo, en Navidad. Giulio Manunta, ejecutivo de aviación comercial de varias aerolíneas, explicó en una entrevista con Corriere della Sera que los billetes de avión por unas decenas de euros siempre han sido”más una herramienta de marketing que una de ingresos reales” y que normalmente solo “3-5% de los asientos en un vuelo se ofrecen a esos precios: todos los demás lugares cuestan progresivamente más”.
No viene ningún cambio radical
Si este es el escenario, es comprensible por qué Carlo Borromeo, presidente de las asociaciones Assaeroporti confindustria, dijo al Resto del Carlino que "el final de una era" no es de esperarni "un impacto negativo en el tráfico de los aeropuertos". Al contrario: con el fin de las restricciones relacionadas con la pandemia la reanudación de los viajes aéreos fue vertiginoso, hasta el punto de que, "si seguimos a este ritmo -añadió Borromeo- volveremos a los volúmenes de 2019 ya en las próximas semanas: no en 2025, como se esperaba inicialmente".
En la misma línea Pierluigi Di Palma, presidente de la Autoridad Nacional de Aviación Civil: “El terremoto que muchos han temido no pasará – le volvió a decir Resto del Carlino Número uno de ENAC – No será el final de una era, sino el comienzo de una nueva fase en el ciclo de vida de las aerolíneas de bajo coste”. También porque, mientras tanto, el número de pasajeros seguirá creciendo: "Los aumentos de precios hasta ahora no son tales como para desalentar los planes de viaje - continuó Di Palma - Nuestras previsiones hablan por el contrario de un aumento en el tráfico aéreo, en el los próximos veinte años, de los actuales 4 a 8 mil millones de personas”.