La Volkswagen sigue persiguiendo a Tesla para no quedarse atrás en la carrera eléctrica. Así lo demuestra la intención de abrir un nuevo establecimiento para la producción de coches eléctricos del modelo Trinity cerca del originario de Wolfsburg. De hecho, la empresa alemana aspira a convertirse en la primera del mundo en ventas de coches eléctricos para 2025 y para finales de la década quiere construir, junto a sus socios europeos, seis fábricas de baterías de celdas.
El desembarco en Alemania de nueva fábrica de tesla, pese a aplazarse a julio de 2022, debe haber puesto presión a la automotriz alemana, que pese a producir 9 millones de vehículos más al año que la casa californiana, cotiza en bolsa 10 veces menos. Se espera la aprobación del consejo de supervisión de Volkswagen sobre el proyecto en las próximas semanas.
La decisión de construir una planta completamente nueva estuvo dictada por la necesidad de cambiar radicalmente la producción de nuevos vehículos eléctricos, un proceso que habría sido difícil y limitado con solo la remodelación del edificio histórico en Wolfsburg. El Ralf Brandstätter, director general de Volkswagen declaró al respecto “estamos proyectando una construcción greenfield: eficiente y sin limitaciones por las estructuras existentes”.
La nueva planta formará parte del proyecto trinidad, que supone la construcción de una berlina eléctrica de referencia con un nivel de autonomía inicial 2+, ampliable hasta 4, que en 2026 pasará a una nueva plataforma que deberá sustituir a todas las que se utilizan actualmente. De la nueva Scalable System Platform (SSC) deberían nacer los modelos de los próximos coches eléctricos del grupo Volkswagen hasta 2035, incluidos Skoda y Seat, dejando fuera sin embargo a los Porsche y algunos modelos de Audi.
