“Se ha avanzado mucho en la reducción de la pobreza extrema en el mundo”, “pero no podemos detenernos, porque todavía hay más de mil millones de personas que viven en la pobreza extrema. Y esto es inaceptable”: dijo el gobernador del Banco de Italia, Ignacio Visco, hablando ante el Comité de Desarrollo (la junta de gobernadores de los bancos centrales) en Washington. Muchos países todavía están rezagados y, especialmente en África, no tienen acceso al agua, la escuela y los servicios básicos de salud.
"El Banco Mundial – dice el gobernador del Banco de Italia – debería jugar un papel único en hacer que los recursos estén disponibles donde otras instituciones financieras no operan: en los países más pobres y en las regiones afectadas por conflictos”. En resumen, debe convertirse en una institución aún más eficaz en la lucha contra la pobreza. Eso sí, reconoce Visco, en los últimos años “se ha avanzado mucho en la reducción de la pobreza extrema, pero muchos países se están quedando atrás, y no podemos parar”.
El recurso también está contenido en el comunicado final de la Comisión de Desarrollo, que exhorta Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional a trabajar más duro "para brindar un apoyo significativo, cuando sea posible, a los países más turbulentos, como los de Oriente Medio y el Norte de África". Países donde las guerras y el terrorismo han empeorado las condiciones económicas y sociales, aumentado el sufrimiento de la población civil y aumentado drásticamente el número de refugiados e inmigrantes que intentan desesperadamente desembarcar al otro lado del Mediterráneo.
