Tensión en Bélgica entre Roma y Berlín. En Ypres, donde se desarrolla la reunión de dos días del Consejo Europeo que deberá elegir al nuevo presidente de la Comisión y establecer las prioridades de actuación para los próximos cinco años, el primer ministro italiano Matteo Renzi mantuvo una acalorada discusión con la canciller alemana Angela Merkel.
El debate se acaloró en torno a la posibilidad de incluir o no la cofinanciación de fondos de la UE y el pago de la Administración Pública en el cálculo del déficit. Italia no pretende pedir superar las limitaciones, pero quiere que Europa conceda una mayor flexibilidad a cambio de reformas. Esta, según Renzi, debería ser una de las directrices para el próximo mandato de la presidencia de la UE.
"Querida Angela, respetamos y respetaremos el Pacto: no haremos como Alemania en 2003", dijo el primer ministro con clara intención polémica. Tras la cena entre los 28 líderes europeos, las aguas entre el primer ministro Renzi y Merkel se habrían calmado, y parece que, al término de un cara a cara, ambos se saludaron con "tonos conciliadores", según informes de fuentes europeas.
En cuanto a los nombramientos, la Premier pretende dar el visto bueno a la cesión de la presidencia de la Comisión al popular Jean Claude Juncker sólo a cambio de una contrapartida en el capítulo de la flexibilidad. Por su parte, la italiana Federica Mogherini se presenta como candidata al puesto de Alta Representante de la Política Exterior Europea. Otros también sostienen que el partido por el Consejo Europeo sigue abierto y relanzan el nombre de Enrico Letta.
