Una cumbre crucial para el futuro inmediato de la UE arranca esta tarde en Ypres, Bélgica. Los jefes de Estado y de Gobierno están llamados a discutir dos puntos fundamentales: las prioridades para los próximos cinco años, entre ellas garantizar a los países virtuosos una mayor flexibilidad en sus cuentas, sin cuestionar el pacto fiscal (como La canciller alemana Angela Merkel aseguró ayer al Bundestag), y el nombramiento del nuevo presidente de la Comisión Europea, que con toda probabilidad será el popular Jean Claude Juncker. Su nombre deberá ser propuesto al Parlamento Europeo, que será llamado a ratificación definitiva el 16 de julio en Estrasburgo. Sin embargo, para llegar a la investidura del luxemburgués habrá que compensar de alguna forma a Gran Bretaña, ya que el primer ministro británico, David Cameron, había amenazado con adelantar el referéndum sobre la salida de Londres de la Unión en caso de que Juncker obtuviera la cesión.
La cumbre, que continuará mañana en Bruselas, comenzará con la llegada de los jefes de Estado y de Gobierno a Ypres a las 16 horas, y una ceremonia conmemorativa del centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial prevista para las 30 horas. El encuentro cobrará vida con la cena informal de trabajo que tendrá lugar a partir de las 17:30 horas. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, organizó los trabajos para que los líderes de los Veintiocho concentren sus debates del primer día en "las prioridades y la agenda estratégica de la UE para los próximos cinco años".
La atención se centrará en cuatro temas principales: crecimiento, empleo y competitividad; justicia, lucha contra el crimen organizado, los traficantes y el terrorismo, protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos; seguridad energética y lucha contra el cambio climático; política exterior, con especial referencia a la situación en Ucrania (también está invitado el presidente ucraniano Poroshenko).
Italia, con Matteo Renzi, insistirá en que la agenda de prioridades especifique mejor la necesidad de hacer pleno uso de los "márgenes de flexibilidad" existentes (pero hasta ahora muy poco utilizados) en las normas de la UE sobre la consolidación de los presupuestos públicos, a fin de fomentar las inversiones para apoyar el crecimiento y tener en cuenta los costes a corto plazo de las reformas económicas, que producen efectos positivos sobre el PIB solo a medio-largo plazo.
Sin embargo, aún no deberían debatirse las candidaturas relativas al sucesor de Van Rompuy y la de Catherine Ashton como Alta Representante para la PESC (Política Exterior y de Seguridad Común), que en todo caso recién asumirá el cargo en noviembre, junto con la nueva Comisión. . El sucesor de Ashton (puesto para el que uno de los posibles candidatos podría ser la actual ministra de Exteriores italiana, Federica Mogherini) habrá que decidirlo "en consulta con la nueva presidenta de la Comisión", y por tanto tras su elección por el Parlamento Europeo, recordaron fuentes diplomáticas.
Por tanto, es probable que en la segunda quincena de julio se convoque una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno para, al menos, formalizar el nombramiento del Alto Representante. Durante el verano, pues, tendrán lugar las conversaciones entre el nuevo presidente del Ejecutivo comunitario y los gobiernos para el nombramiento de los comisarios europeos, que deberán pasar por las audiencias del Parlamento Europeo antes del voto de confianza en toda la nueva Comisión. , en octubre .
