Mientras continúan las discusiones en las redes sociales sobre la acogida de los migrantes y muchos manifiestan racismo e intolerancia, el alcalde de Ventotene, isla que ha sido un símbolo de Europa desde que Altiero Spinelli concibió el famoso Manifiesto, se prepara para convertirse en el nuevo campeón de la hospitalidad. , yendo en la dirección opuesta de lo que parece haberse convertido en el lema de muchas, demasiadas personas.
El pequeño municipio insular ha solicitado el envío de familias de extranjeros para evitar el cierre de las escuelas primarias y secundarias de la localidad por falta de alumnos.
Según explica Repubblica, en este momento solo hay dos niños matriculados en secundaria y ocho en primaria en una isla que tiene poco menos de 600 habitantes y que incluso baja a 200 en los meses de invierno, por ello, el alcalde, Gerardo Santomauro , ha decidido dirigirse a la ministra de Educación, Valeria Fedeli: "Nuestro llamado a la ministra Valeria Fedeli - declara el intendente al diario que dirige Mario Calabresi - es garantizar la educación en la isla hasta los 14 años y para ello estamos listo para acoger familias inmigrantes con niños y huérfanos, tanto italianos como extranjeros. Podemos poner a su disposición la casa-alojamiento para personas mayores, transformándola en un hogar familiar”.
Una iniciativa que no solo podrá salvar las escuelas de Ventotene sino que también podrá ayudar a decenas de familias en dificultades y que también tiene un valor simbólico importante.
