Entre todas las noticias de una desaceleración de la economía china, es bueno encontrar algunas estadísticas animadas. Las ventas de vehículos en agosto aumentaron un 8,4 % con respecto a julio, aunque agosto no es un mes estacionalmente favorable (los analistas esperaban una cifra aún mayor, pero podemos conformarnos con eso). La producción, por el contrario, creció menos, un 4,5%, lo que implica una reducción de los inventarios y exige una aceleración de la producción en los próximos meses.
Dentro de los vehículos, sin embargo, se puede observar una divergencia: un aumento constante en los automóviles (bienes de consumo duraderos) se corresponde con una disminución en los vehículos comerciales (bienes de inversión). Esto confirma, también en este segmento de mercado, el cambio que se está produciendo en la economía china: más consumo y menos inversión. A nivel macroeconómico, la participación de las inversiones, que había alcanzado niveles excesivos (alrededor del 50% del PIB), está disminuyendo, y esto se corresponde con el aumento de la participación del consumo. Se trata de un reequilibrio de la economía china que es importante para reducir los desequilibrios de la balanza de pagos.
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