Primera alerta sobre vacunas. Viene del responsable de Biontech, Uğur Şhin, quien advirtió que si otras vacunas contra el coronavirus no se aprueban de inmediato en Europa, su empresa por sí sola no podrá cubrir las necesidades. “La situación no es buena. Ha surgido una brecha porque no se han aprobado otras vacunas y tenemos que tapar el agujero con los nuestros”, explicó en una entrevista con el semanario alemán Spiegel. E inmediatamente, el ministro de salud alemán, Jens Spahn, instó a la EMA a aprobar también rápidamente la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca, pero el momento de la aprobación de esta última sigue siendo incierto.
“Estamos tratando de tener nuevos socios que produzcan para nosotros –explica nuevamente Sahin–, pero no es que haya fábricas especializadas que no se utilizan en todo el mundo que puedan producir vacunas de la calidad requerida de la noche a la mañana. A fines de enero –continuó– tendremos una visión más clara si podemos producir más y cuánto. No se puede simplemente cambiar, producir vacunas en lugar de aspirinas o jarabes para la tos, este proceso requiere años de experiencia y un equipamiento estructural y tecnológico adecuado”.
La vacuna Biontech-Pfizer en realidad se recibió justo antes de Navidad aprobación por la Comisión Europea lo que dio inicio así a la campaña de vacunación en todos los países de la UE. Pero no sucedió lo mismo por ejemplo con el suero de AstraZeneca, que recibió el visto bueno solo en Reino Unido, o con el de Moderna. “Había la idea de que llegarían muchas otras empresas con vacunas, al parecer se tenía la impresión de que estábamos produciendo suficientes, de que la cosa estaría bajo control”, reiteró Sahin quien no ocultó su “sorpresa”.
