Otro fracaso para la economía estadounidense, que tras predecir inesperadamente una caída del 0,1% en el análisis preliminar a principios de 2014, en realidad comenzó el año con una caída. Una caída que, sin embargo, resultó ser incluso peor que las últimas expectativas, que marcaban un -0,6%: al final, según los datos comunicados hoy por el Departamento de Comercio, el PIB de las barras y estrellas perdió un 1% en el primer trimestre, el peor resultado de los últimos tres años.
Sin embargo, la contracción de la economía no sorprende ya que desde hace algunas semanas se sabe que, debido al mal tiempo, la actividad económica se ha ralentizado más de lo esperado en los primeros tres meses del año y, por el contrario, las exportaciones habían crecido menos de lo esperado. Para el segundo trimestre, los economistas esperan una fuerte reaceleración con una tasa de expansión del 3,8%.
Mientras tanto, sin embargo, llegan buenas noticias de la ocupación: iEl número de estadounidenses que solicitaron nuevos beneficios por desempleo la semana pasada cayó y se mantuvo por debajo de su nivel previo a la recesión, una indicación de una mayor mejora en el mercado laboral. Las solicitudes iniciales cayeron en 27 a 300 en la semana que finalizó el 24 de mayo. Así lo anunció el Departamento del Trabajo: se estimaba una caída a 319 unidades.
