La cantidad de trabajadores estadounidenses que solicitaron beneficios de desempleo en los Estados Unidos por primera vez disminuyó la semana pasada. En la semana finalizada el 12 de julio, de hecho, las solicitudes iniciales de prestaciones por desempleo descendieron en 3.000 hasta las 302.000, acercándose a los mínimos desde mediados de 2007 y confirmando una vez más la progresiva mejora del mercado laboral.
Sorprendió positivamente a los analistas, que esperaban un aumento a 310.000 unidades. El promedio de las últimas cuatro semanas, menos sujeto a las fluctuaciones del mercado, cayó en 3.000 unidades a 309.000, muy por debajo de las 400.000 unidades, un umbral que según los analistas señala un punto muerto.
El número total de trabajadores que reciben prestaciones por desempleo durante más de una semana se redujo en 79.000 a 2.510.000.
En contraste con los números ciertamente reconfortantes en el frente del empleo, están las cifras de la actividad de la construcción en los Estados Unidos, la segunda caída consecutiva después de meses de ganancias. De hecho, en junio, el índice, elaborado por American Commerce, que mide el inicio de obra nueva, cayó un 9,3% hasta las 893 unidades, el punto más bajo desde septiembre de 2013. Las expectativas de los analistas se vieron defraudadas, habían pronosticado una subida del 1,4%.
Los permisos de construcción, que anticipan la actividad futura del sector de la construcción, cayeron un 4,2% hasta las 963.000 unidades. El único dato positivo sigue siendo el de la construcción de viviendas unifamiliares, que representan aproximadamente las dos terceras partes del total, que crece un 2,6% mensual.
