La factura que la gestión de Fonsai por parte de la familia Ligresti podría presentar al comprador Unipol corre el riesgo de volverse extremadamente alta: según las últimas estimaciones, incluso 87,8 millones de euros, en caso de sentencia firme sobre las reclamaciones de indemnización por la oferta pública fallida de de Sai, Premafin y Mediobanca sobre Fondiaria, hace diez años, realizada por 13 ex accionistas.
Pero la cuenta, divulgada en el informe semestral de Unipol publicado ayer, abarca toda la década de la última gestión del centro de seguros con sede en Turín. Entre las disputas se encuentra la deducibilidad de los honorarios pagados por Fonsai a los exdirectivos en el período 2004-2008, por un total de 25,7 millones. Además, también están los patrocinios de Laità Srl, la empresa de la familia Ligresti, propietaria de numerosos pura sangre. Las disputas por los salarios fantasma de Salvatore Ligresti, el pasado mes de febrero, costaron a Unipol 12 millones a pagar a Hacienda.
Pero el frente más candente, como se mencionó, es la disputa sobre la oferta pública de adquisición fallida. También hay que decir que Unipol, que en las últimas semanas ha sufrido el embargo preventivo de inmuebles por 107 millones de euros en la investigación por falsedad contable contra los Ligrestis, demanda por 277 millones a la antigua dirección. Sin embargo, incluso en el caso de una condena, será necesario ver cuánto podrán obtener.
