Menos de un mes después de la rebaja de calificación por parte de la agencia Moody's, Hungría recibió una nueva evaluación negativa por parte de Standard & Poor's: el indicador sobre la "bondad" de la deuda soberana pasó de BBB- a BB+, nivel considerado "basura".
Hubo muchas reacciones de asombro por parte de analistas y políticos húngaros, no tanto por la degradación, en sí misma esperada, sino por el "momento" del juicio.
De hecho, parece que la falta de acuerdo sobre un nuevo préstamo con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional influyó negativamente en la valoración.
“La decisión de S&P es claramente el resultado de la presión de los actores del mercado que tienen interés en fortalecer el dólar y debilitar la eurozona, en lugar de basarse en evaluaciones fácticas del sistema económico y financiero de Hungría”, comentó en un comunicado del Ministerio de Finanzas magiar.
El gobierno de Budapest también ha declarado explícitamente que S&P ha "ignorado deliberadamente" los esfuerzos económicos y las mejoras observadas recientemente por los fundamentos húngaros.
Según los analistas de mercado, es probable que la tercera agencia calificadora más importante, Fitch, rebaje su calificación.
