El sistema de productos agroalimentarios con Indicación Geográfica (IG) en Italia ahora tiene 822 reconocimientos comunitarios, incluidos Dop, Igp y Stg. Confirmando la primacía en la Unión Europea, donde están registrados un total de 3.036 productos. Ello por un valor de producción en nuestro país de 15,2 millones de euros, de los que el 8,8 se realizaron en mercados exteriores (21% del total exportado), con un incremento que en 2017, respecto a 2016, fue del 4,7 por ciento.
Estos son los datos que surgieron ayer en Roma en la presentación del XVI Informe Ismea-Qualivita 2018. “Made in Italy agroalimentario es el motor de la economía nacional y es conocida en todo el mundo”, dijo el gerente general de Ismea, Raffaele Borriello. Observando cómo el sistema de Indicaciones Geográficas (IG) “ahora representa una sólida realidad de la economía agroalimentaria italiana y cuánto contribuye a consolidar la reputación del Made in Italy en el mundo”. Una "red" que involucra a más de 197 mil operadores y garantiza calidad y seguridad también a través de 275 consorcios de protección reconocidos por Mipaaft, con más de 10 mil intervenciones realizadas por organismos públicos de control.
“En los mercados globales – declaró el director general de Qualivita, Mauro Rosati – donde ahora los productos agroalimentarios y vitivinícolas DOP e IGP italianos alcanzan su mayor valor económico, los llamados #DopEconomy, ya cuenta con 200 mil empresas. Aunque los escenarios están cambiando cada vez más rápidamente y hay muchos desafíos que superar: desde la reorganización de la gobernanza del sistema IG, comenzando desde Europa, hasta producciones cada vez más respetuosas con el medio ambiente, desde el riesgo de aranceles comerciales , a la construcción de un sistema de calidad, sobre el que reforzar las bases de los distritos agroalimentarios”.
El sector alimentario de las Indicaciones GeográficasEn concreto, el año pasado se acercó a un valor de producción de 7 millones, de los cuales 3,5 millones para exportación, con un crecimiento del 3,5%, alcanzando una cuota de consumo de 14,7 millones (+6,4% respecto a 2016). El sector Vitivinícola logró un aumento del 2% alcanzando los 8,3 millones, de los cuales 5,3 millones con exportaciones, de un total de vinos de unos 6 millones.
Entre las características destacadas por el estudio, Parmigiano Reggiano Dop (Denominación de Origen Protegida) ocupa el primer lugar entre los productos por valor en origen con 1,34 millones de euros, un crecimiento de la producción del 5,2% y, sobre todo, un incremento del precio medio en origen del 13,7 por ciento. Grana Padano Dop en cambio, es el primer producto por valor de consumo, con 2,91 millones y un salto del 33,7 por ciento en un año. El Jamón de Parma DOP, con un valor original de 850 millones (+4,1%) es la que más ha crecido en los últimos cinco años. Prosciutto di San Daniele Dop ve las exportaciones dispararse a 87 millones (+34%). Mientras el vinagre balsámico de Módena Igp (Indicación Geográfica Protegida) es con diferencia el producto más exportado (el 92% de la producción se destina a mercados exteriores) por un valor de 897 millones.
Entre la Stg (especialidad tradicional garantizada), que ahora también incluye la Pizza Napolitana, queso Mozzarella se estabilizó en un valor de producción de poco menos de 12 millones.
Entre los vinos, el sistema il Prosecco Dop ahora vale 631 millones con aumentos de dos dígitos en el frente de exportación. Entre los demás vinos DOP, también crecen Asti, Amarone della Valpolicella, Valpolicella Ripasso y Brunello di Montalcino.
A nivel territorial, aunque las cadenas de suministro de IG tienen un impacto económico positivo en todas las provincias italianas, las regiones con mayor impacto son respectivamente Veneto, con un valor total de 3,5 millones, seguida de Emilia Romagna con 3,4 millones de e Lombardía (1,9).
En la presentación del Informe surgieron temores por una resolución de la ONU encaminada a fortalecer el sistema de etiquetado de semáforos para alimentos que generalmente contienen azúcares, grasas y sal considerados "poco saludables". Un modelo de selección de etiquetas nutricionales basado en los colores verde, amarillo y rojo, impulsado por multinacionales y también países europeos como Gran Bretaña y Francia, que para las denominaciones de origen de la UE podría suponer un fuerte perjuicio económico.
La resolución, votada ayer mismo en la sede de la ONU en Nueva York, fue sin embargo resuelta con un resultado favorable para el sistema Ig. En la práctica sancionando que a nivel internacional no habrá semáforos, sellos "negros" o impuestos discriminatorios para penalizar, sin ningún fundamento científico-nutricional, los productos estrella del Made in Italy.