Después de hacer la vista gorda con las cuentas italianas para salvaguardar la estabilidad política del gobierno de Renzi y frenar el auge del populismo, Bruselas podría pronto alzar la voz.
La cuestión siempre ha sido más política que financiera, a decir verdad, y mientras hubo un Premier en el Palazzo Chigi que hizo reformas y aseguró la estabilidad del país, Europa consideró correcto dejarlo trabajar (no sin necesitar de vez en cuando vez que Renzi se hizo oír para que esto sucediera).
Pero en los próximos meses la baraja podría acortarse nuevamente. En este sentido, el número uno del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, fue muy claro. En las conclusiones de Bruselas leemos que la maniobra italiana está "en riesgo de incumplimiento del Pacto" y en base a las desviaciones "sería necesario tomar medidas adicionales significativas".
Si bien nuestro país puede beneficiarse de "una menor pero aún significativa desviación del ajuste", debido a los costos incurridos por los migrantes y el terremoto, la invitación es a "tomar las medidas necesarias para que el presupuesto se ajuste a las reglas". .
