La Comisión Europea ha lanzado la tercera y última convocatoria de participación en la nueva ronda de financiación de la Asociación Público-Privada de Internet del Futuro. Se prevén subvenciones de 100 millones de euros para alrededor de 1000 start-ups y otras empresas innovadoras para el desarrollo de aplicaciones y servicios digitales en diferentes sectores que van desde el transporte, la salud, la fabricación inteligente, la energía y los medios.
Los fondos se desembolsarán a través de 20 consorcios que incluyen aceleradores de negocios, plataformas de crowdfunding. Empresas de capital riesgo, espacios de coworking, organismos regionales de financiación, asociaciones de pymes y empresas tecnológicas. Los consorcios ganadores se elegirán en función de cómo pretenden maximizar el impacto económico de los fondos del ecosistema de Internet.
Neelie Kroes, vicepresidenta de la Comisión Europea, subraya cómo “Europa necesita más innovación y centrarse más en la economía digital y esto empieza con un mejor ecosistema para las start-ups”.
Este es el último anuncio de financiación que solicita propuestas de Future Internet como parte de una asociación de 500 millones de euros lanzada en 2011 para ayudar a empresas y gobiernos a aprovechar al máximo Internet móvil y la revolución de la información, estimulando la innovación y el empleo en el sector digital en Europa. Según la Comisión de la UE, este programa ya ha permitido desarrollar tecnologías europeas únicas y sentó las bases para nuevas herramientas y servicios en sectores como la computación en la nube, las ciudades inteligentes, el big data y el Internet de las Cosas. En 2013 se lanzaron cinco pruebas a gran escala para validar las tecnologías desarrolladas en contextos de la vida real. Las plataformas sectoriales específicas desarrolladas por estas pruebas se pondrán a disposición de las pymes y emprendedores web para el desarrollo de servicios y aplicaciones.
La financiación también procede de la iniciativa de la Comisión StartUp Europaacelerar, conectar y celebrar los ecosistemas europeos para el emprendimiento, de modo que las nuevas empresas tecnológicas nazcan y permanezcan en Europa.
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