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UE: "Moscú penaliza las exportaciones europeas"

La Unión Europea critica a Rusia por adoptar un fuerte impuesto "indebido" sobre la importación de vehículos de motor de todo tipo el día después de la entrada de Moscú en la Organización Mundial del Comercio, un impuesto que, según la Comisión Europea, viola las normas de la OMC.

UE: "Moscú penaliza las exportaciones europeas"

“¡Nosotros no tenemos que pagar este impuesto!” dice la Unión Europea a Rusia. Que desde hace casi un año, haciendo caso omiso de los llamados cada vez más apremiantes de Bruselas a desistir, sigue aplicando "indebidamente" aranceles aduaneros, además desproporcionados, a todo tipo de vehículos a motor importados de un estado miembro de la UE. Cubrir, según la tesis de Moscú, los costes asociados al reciclaje de los vehículos cuando ya no puedan circular. Una práctica "discriminatoria" porque los vehículos producidos en Rusia, Kazajstán y Bielorrusia están exentos, y que por tanto, según la Comisión Europea, viola las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y en diez meses "costó" a las empresas europeas que producen vehículos más de mil millones de euros.

Rusia, recuerda ahora la Comisión en su reconstrucción de la historia, impuso este impuesto el 156 de septiembre del año pasado, es decir, exactamente diez días después de su entrada en la OMC como el 18º Estado miembro, al final de XNUMX años complejos y agotadores. Un evento definido en la jornada por Karel de Gucht, Comisario Europeo de Comercio, “un gran paso adelante para una mayor integración de Rusia en la economía mundial; un paso que facilitará el comercio y la inversión, estimulará la modernización de la economía rusa y ofrecerá enormes oportunidades a las empresas rusas y europeas”.

“Creo que Rusia -concluyó el comisario con unas palabras de las que ya surgieron algunas dudas- cumplirá el compromiso asumido de cumplir las normas y reglamentos del comercio internacional”. Rusia, subrayó un comunicado de la Comisión en ese momento, deberá someterse al cumplimiento de ciertas restricciones asociadas con la membresía de la OMC. Tales como, entre otras cosas, "reducir considerablemente los aranceles de importación, limitar los subsidios a la exportación, permitir que los proveedores de servicios de la UE tengan un acceso más fácil al mercado, simplificar las reglas y los procedimientos". Y además “tendrá que cumplir con procedimientos aduaneros específicos así como introducir medidas sanitarias, normas técnicas, y garantizar la protección de la propiedad intelectual”.

A pesar de la euforia habitual en ese momento, la Comisión no dejó de señalar algunas perplejidades. Algunas leyes recién promulgadas en Rusia y otras aún sólo propuestas "parecen estar en contradicción con los compromisos asumidos por ese país", señaló entonces el Ejecutivo de Bruselas. Que también expresó su "preocupación" por la propuesta de nuevas reglas destinadas, según la explicación rusa, a "cubrir los costos de reciclaje de los vehículos de motor que ya no pueden moverse", y esperaba que esas reglas no fueran aprobadas.

Dicho, desde el lado europeo, y hecho, desde el lado ruso. Esa propuesta ya diez días después era ley. Desde entonces, la tasa de reciclaje ha supuesto una carga económica especialmente pesada para las empresas exportadoras europeas. Para hacernos una idea, sólo hay que tener en cuenta que para un coche nuevo puede ir de un mínimo de 420 a un máximo de 2.700 euros, para un coche de más de tres años de 2.600 a 17.200 euros, y que para el resto de vehículos automóviles (camiones, autobuses, tractores y máquinas de movimiento de tierras) pueden incluso alcanzar un techo de 147.700 euros.

Algunas otras cifras pueden ser útiles para subrayar el alcance de los intercambios generales entre los dos temas en cuestión. La Unión Europea es el primer socio comercial de Rusia, que a su vez es el tercero de la UE. En 2012 esta exportó mercancías a Rusia por 123 millones de euros e importó de ese país por 213 millones; el saldo positivo para Rusia fue de 90 mil millones.

El 80% de las exportaciones rusas a la Unión Europea se referían a materias primas (cuatro quintos de petróleo, el resto de gas). Los principales productos que la UE ha exportado a Rusia son automóviles (por 7 millones de euros) y repuestos relacionados (3,5 millones), medicamentos (6 millones), teléfonos y sus accesorios (2,5 millones) y tractores (XNUMX millones). 

El valor total de las exportaciones de vehículos automotores, que son objeto de la disputa, asciende a 10 mil millones en un año. Los impuestos totales pagados por los exportadores europeos por estos vehículos, según estimaciones rusas, ascienden a mil trescientos millones de euros. En algunos casos, dicen a la Comisión, el arancel aplicado supera el que se pagaba antes de que Moscú ingresara en la OMC.

En los diez meses transcurridos desde la entrada de Rusia en la OMC y la introducción inmediata del nuevo impuesto, "incompatible con la regla fundamental de la Organización Mundial del Comercio que prohíbe todas las formas de discriminación", la Comisión Europea "ha emprendido todas las vías diplomáticas para resolver el asunto con el socio ruso, pero en vano". Ahora ha pedido formalmente a Moscú que inicie una negociación bidireccional para resolver el problema. En caso de que no se reciba respuesta dentro de los sesenta días, la Comisión abrirá una disputa real poniendo la disputa en conocimiento de la OMC, la cual deberá formar un jurado de expertos al que se le encomendará la tarea de determinar la validez o otra cosa de la posición de la UE.

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