La Comisión Europea ha utilizado el principio de libertad de establecimiento dentro del mercado único para denunciar un nuevo impuesto a los medios de comunicación decidido por el gobierno húngaro de Victor Orban como una amenaza al pluralismo contrario a los principios europeos.
“La libertad de prensa está amenazada en Hungría”, escribió la comisaria europea de Agenda Digital, Neelie Kroes, en un artículo publicado en su blog. http://ec.europa.eu/commission_2010-2014/kroes/en/blog/media-freedom-remains-under-threat-hungary y recogido por la prensa húngara.
«Este nuevo impuesto fue aprobado en el Parlamento sin el debido debate y sin ninguna consulta. De hecho -añadió Kroes- afecta desproporcionadamente a un único medio, RTL”, es decir, RTL Group Luxembourg, el primer grupo de medios audiovisuales europeo según el cual este impuesto incrementaría su carga fiscal en unos 15 millones de euros al año, lo que corresponde al ingreso bruto margen operativo que todo el grupo logra en Hungría, sobre una facturación de 100 millones. RTL posee el 80% de la empresa Magyar RTL Rt Televízió en este país.
Kroes continúa en su blog: «RTL es uno de los pocos canales en Hungría que no promueve una línea pro-Fidesz (el partido gobernante, ed); no es difícil entender que el objetivo es sacar a la empresa de Hungría. El gobierno húngaro no quiere una emisora neutral de propiedad extranjera en Hungría; se está utilizando un impuesto injusto para borrar las garantías democráticas y ventilar un desafío percibido a su poder. La libertad de establecimiento es un principio fundamental del mercado único». En definitiva, el comisario holandés ataca duramente al gobierno húngaro pidiendo que no se utilice a las autoridades fiscales como elemento discriminatorio.
No solo. Según el comisario europeo, “no se trata solo de un impuesto o de una sola empresa: es parte de un modelo que es profundamente preocupante; un modelo contrario a los valores de la Unión Europea. Los impuestos no pueden ser una herramienta de discriminación, y la política fiscal no debe ser un arma política".
El nuevo impuesto al estilo húngaro, descrito por los diarios locales como un intento del ejecutivo de controlar todo el sector, está en consonancia con una serie de medidas fiscales muy duras sobre algunas áreas económicas, a menudo dominadas por empresas extranjeras. La reciente ley que descarga los altos costos de las famosas hipotecas en moneda extranjera sobre los bancos es otro ejemplo de un mecanismo que intenta castigar a los inversionistas extranjeros a través de regulaciones ad hoc y empujar a las empresas extranjeras a abandonar el país. Desafiando el mercado único. Así que Budapest corre el riesgo de alejarse de la Unión Europea.
