Disparos y explosiones sacudieron esta mañana la ciudad ucraniana separatista prorrusa de Sloviansk, donde el equipo de observadores de la OSCE ha estado detenido durante una semana. El ejército de Kiev ha lanzado una gran operación militar, con ocho vehículos blindados y decenas de soldados tomando el control de una carretera de acceso al sur de Sloviansk, desmantelando un puesto de control prorruso.
Las fuerzas ucranianas también desplegaron veinte helicópteros, cuatro de los cuales fueron derribados por misiles antiaéreos: dos pilotos murieron, según Kiev.
La tensión está de vuelta en el este de Ucrania: las campanas de las iglesias han advertido a la población que el peligro está cerca. Fuentes del Ministerio del Interior de Ucrania han anunciado que el gobierno no comentará sobre lo que está sucediendo en Sloviansk "hasta que se complete la operación". La ofensiva, de confirmarse, sería la primera respuesta militar a los milicianos prorrusos que han tomado el control de numerosos edificios públicos en ciudades del sureste de la ex república soviética, desatando el enfrentamiento más duro entre Moscú y Occidente desde los días de la Guerra Fría
En la reunión de hoy entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y la canciller alemana, Angela Merkel, que se reunirán en la Casa Blanca, la crisis en Ucrania estará en el centro de las conversaciones.
