Las negociaciones entre los ministros de Relaciones Exteriores de la UE, el presidente ucraniano Viktor Yanukovych y los líderes de la oposición se prolongaron durante toda la noche. Parece que han llegado a un acuerdo sobre la crisis de Kiev. Así lo anunció la presidencia ucraniana.
La presidencia anunció en un comunicado que el acuerdo se firmará al mediodía 11 en Italia. El acuerdo prevé elecciones presidenciales anticipadas, un gobierno de coalición y una reforma constitucional, según las previsiones de la televisión ucraniana.
Sin embargo, el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, uno de los miembros de la troika europea comprometida en la mediación entre el Gobierno y la oposición para resolver la crisis ucraniana, llama a la prudencia en el acuerdo. En conexión telefónica con una radio francesa desde Pekín, donde se trasladó durante la noche, tras intensas consultas en Kiev, Fabius explicó que la oposición necesita consultar y que no habrá "nada definitivo antes de que acabe la mañana".
A pesar de la tregua anunciada anteanoche por el presidente Viktor Yanukovych, la capital ucraniana volvió a caer ayer por la mañana en el caos y en el fuego de pistolas y armas automáticas que causó decenas y decenas de muertos: "un centenar", según las estimaciones de Sviatoslav Khanenko, diputado del partido nacionalista Svoboda y jefe de los servicios médicos de la plaza; 64 (incluidos los de los dos últimos días), según el Departamento de Salud del Municipio de Kiev. Cientos de personas resultaron heridas y 67 policías -según informes del Ministerio del Interior- aparecen como rehenes en manos de los insurgentes.
No se sabe quién inició el fuego. Los manifestantes acusan a las fuerzas de seguridad de violar el alto el fuego al intentar un nuevo asalto a las barricadas de Maidan, se vio a francotiradores disparando desde los tejados. Por su parte, el Gobierno admite por primera vez el uso de balas reales por parte de los agentes, pero habla de una "legítima defensa contra los extremistas de la plaza", empezando por los beligerantes ultraderechistas de 'Pravi Sektor', que habían rechazado inmediatamente cualquier tregua. Sin embargo, el alcalde de Kiev rechaza el "baño de sangre" y abandona el partido de Yanukovych.
Tras la violencia de los últimos días, que amenaza con poner en entredicho la ayuda financiera rusa y la solvencia del país, la agencia de calificación Standard & Poor's ha rebajado la calificación de Ucrania. La calificación del país baja a 'CCC', grado que corresponde a una situación cercana a la quiebra con perspectivas negativas, es decir, una probable rebaja adicional en el futuro.
