Twitter cerró su oficina italiana en Milán y 17 personas perdieron sus trabajos, incluido el gerente nacional Salvatore D'Ippolito. Ahora las sucursales en Alemania y Holanda también están en riesgo. Estas son las primeras consecuencias del recorte de 300 empleados anunciado hace diez días en el marco de la reestructuración empresarial por la ya larga crisis de la red social. En el último año, desde que el cofundador Jack Dorsey volvió a dirigir la empresa, las acciones de Twitter han perdido un 40% en el mercado de valores.
Pero en realidad, la oficina italiana no iba mal, habiendo cerrado los estados financieros de 2015 con una facturación de 3,9 millones de euros (hasta un 256% más que el año anterior, el primero del ejercicio, cuando fue de 1,1 millones ) y un beneficio neto de 179 miles de euros. Mientras tanto, se ha abierto un procedimiento entre los sindicatos y la Región de Lombardía para encontrar una solución de empleo para los empleados.
En la web, sin embargo, continúa la campaña #WeAreTwitter lanzada por el investigador Nathan Schneider. La idea es crear la cooperativa digital más grande del mundo gestionada por sus usuarios.
