La lanzada por el presidente saliente del BCE, Jean Claude Trichetin, durante una audiencia en el Parlamento Europeo suena a advertencia. En estas horas cruciales, en las que los inspectores de la troika completan las inspecciones de las cuentas griegas de las que dependerá el desembolso del último tramo de la ayuda a Atenas, Trichet advirtió a los eurodiputados: "La crisis ahora se ha vuelto sistémica y se ha agravado en los últimos 3 semanas".
Hay que actuar “sin más dilación dado que cualquier retraso puede ser fatal –prosiguió el número uno en Fráncfort-. Las prioridades son la recapitalización de los bancos y la solución a la crisis de la deuda”, estos son los temas sobre la mesa del Consejo Europeo que se ha aplazado al 23 de octubre. Trichet dijo que "espera que posponer la reunión ayude a encontrar una solución rápida y compartida a estos temas cruciales" y abrió la posibilidad de utilizar el EFSF para la recapitalización de los bancos.
Jean-Claude Juncker, hablando en la televisión austriaca, también advirtió sobre la posibilidad de un default griego. Ante la pregunta de si los inversores privados arriesgan el 60% de su inversión, el presidente del Eurogrupo responde escuetamente que "aún más".
