Se reanudó ayer en Roma, después de 10 meses, la negociación para la renovación de la Convención Colectiva Nacional de Trabajo de los Trabajadores Metalúrgicos, con dos jornadas dedicadas a la seguridad y salud, las relaciones laborales y la participación. Un contrato que se renueva en un momento de gran incertidumbre y carácter extraordinario.
Para el nuevo secretario general de la Fim Cisl, Roberto Benaglia, “la reanudación de las negociaciones con un cronograma apretado es una buena señal para la renovación del contrato, que debe ser seguido por aperturas concretas. La declaración de Federmeccanica de querer renovar el contrato es útil, pero debe generar aperturas en todos los puntos de la plataforma sindical. La crisis nos ha demostrado lo importante que son las relaciones sindicales en la gestión de la crisis sanitaria en las empresas".
Una renovación fallida, nuevamente según el líder de Fim Cisl, crearía un vacío y añadiría más incertidumbre que no nos podemos permitir. El contrato es, por tanto, hoy más importante que nunca según los sindicatos porque está llamado a reiniciar las cadenas de suministro y el trabajo dentro del sector metalmecánico para superar la difícil situación negativa y gestionar la gran transformación que vive el trabajo y sobre el que es necesario encontrar soluciones contractuales.
“El 30 de julio –añadió Benaglia– fijamos un calendario intenso que estamos llamados a mantener, ya llevamos 10 meses de retraso, debemos tener la capacidad de resumir la plataforma presentada en un período post-covid, calibrándola al nuevo escenario . En este sentido, la parte reglamentaria del contrato se une a la parte salarial: aumentar las protecciones para quienes trabajan y aumentar los salarios para reconocer mejor el valor de la obra, son los pilares de la plataforma unitaria a implementar en la renovación. Luego está el tema de la seguridad, en el que no es casualidad que hoy quisiéramos reabrir la negociación, un tema que, como hemos visto con la pandemia, ha sido crucial para mantener en pie a las empresas y los empleos, construyendo sobre la experiencias practicadas con la comparación y negociación de empresas. En este sentido, el contrato debe contextualizarse pero se necesitan propuestas creíbles, no se necesitan tácticas y rituales, se necesitan respuestas, aunque sean inéditas y rápidas”.