I resultados del sector energético italiano marcan otro hito en lo que parece ser la dirección correcta: según los últimos datos procesados por Terna, la empresa que gestiona la red eléctrica nacional, en julio de 2018 la demanda de electricidad en Italia fue de 30,4 mil millones de kWh , un aumento del 1,3% en comparación con el mismo mes de 2017.
Con un día hábil más que el año pasado y una temperatura media mensual en línea con la de julio del año pasado, el dato relativo a la variación de la demanda de 2017 sin efecto calendario y el relativo a la temperatura de la demanda se sitúa en el 0,4%.
Territorialmente, el cambio de tendencia en julio de 2018 fue positivo en el norte con un resultado del +2,7% y en el centro con un ligero aumento del +0,2%, mientras que en el sur fue negativo con un -0,9%.
A julio de 2018, el 43% de la producción nacional neta de energía estaba compuesta por fuentes de energía renovables y el 57% restante por fuentes térmicas.
En el mismo período del informe -julio de 2018- el 85,7% de la demanda eléctrica se cubrió con producción nacional y el 14,3% restante con el saldo de energía eléctrica intercambiada con el exterior. En comparación con el año pasado, la producción neta nacional disminuyó un 1,3% respecto a julio de 2017. La fuente de producción hídrica aumentó un 13,9%, mientras que hubo una caída de la fotovoltaica en -2,2%, eólica en -2,5%, térmica en -4,8% y geotérmica al -5,1%.
De un resumen de los datos de 2018, la demanda de energía eléctrica ascendió a 188,6 millones de kWh, resultando un aumento del 0,4% respecto al mismo período de 2017, y también en este caso eliminando el calendario y que sobre la temperatura, la variación es cero.