Todo en una noche. ThyssenKrupp acaba de anunciar que se ha completado la ampliación de capital lanzada el lunes por la noche. El importe recaudado es de 882,3 millones de euros. El grupo necesitaba una inyección de caja para mejorar sus cuentas, tras las desastrosas inversiones en acerías americanas.
En total, se colocaron 51,5 millones de acciones nuevas a un precio unitario de 17,15 euros. Y los inversores alemanes y extranjeros se apresuraron a comprar.
El precio definitivo de la acción se sitúa en la parte baja del rango indicativo mencionado en la víspera: entre 17,05 y 17,635 euros. Si la operación fue muy rápida, se debe a la fórmula elegida: la ampliación de capital se materializó en una colocación acelerada con inversores institucionales y se eliminó el derecho de suscripción preferente de los que ya eran accionistas.
Entre los principales inversores se encuentran los fondos Cevian, Franklin y Blackrock que están reforzando su presencia. Sin embargo, no se sabe si la Fundación Krupp participó en la operación.
Actualmente, ThyssenKrupp vale alrededor de 10 millones de euros en bolsa. En Frankfurt, la acción ha bajado más del 1% esta mañana después de haber perdido alrededor del 9% el día anterior. El grupo todavía tiene muchos problemas, sobre todo la deuda de 5 millones de euros. La cuestión americana está parcialmente resuelta, pero ahora hay que apretarse el cinturón y el próximo capítulo a abordar podría ser el de las acerías europeas.
El capital levantado debería permitir a la compañía continuar con la investigación tecnológica, incluyendo grandes plantas industriales, ascensores y submarinos, sector gracias al que acaba de conseguir un importante contrato en Singapur.
