Si en China escribes en un buscador como taobao.com (en chino) "tesis y trabajos empaquetados" encontrarás cientos de ofertas. Un estudiante universitario que no quiera tomarse la molestia de escribir puede comprar 'productos terminados' por poco dinero. Y los vendedores no dudan en exhibir certificados de clientes satisfechos, como este que apareció en una 'tienda' en línea de 'escritos confeccionados': “Esta tesis está bien escrita, ha sido elogiada tanto por los profesores como por mi alumno amigos. Es bueno tener esta tienda cerca, me quita el trabajo de escribir mi tesis. Gracias".
Pero ayer entró en vigor una nueva normativa, emitida por el Ministerio de Educación chino, que busca frenar el fenómeno de las falsas tesis. Aumenta las penas por 'fraude académico': los estudiantes pueden ser expulsados y los profesores que se dediquen a este oficio pueden ser despedidos. Y quien haya obtenido un título en base a un documento falso sufrirá la revocación del título y tendrá que esperar tres años antes de intentar obtenerlo de nuevo. A juzgar por las reacciones en Sina-Weibo (el 'Twitter' chino), los internautas (Netizens) aprueban las medidas de control para un plagio ahora rampante: en los últimos 30 días, según algunas estadísticas, alrededor de 2500 tesis habían cambiado de manos.
