Terna decide despedirse del plástico y para explicar los motivos de su decisión aporta cifras inequívocas: 125.000 botellas de agua, 125.000 vasos de plástico, equivalentes a 4 toneladas de residuos al año, y unos 13.500 kg de CO2 en la atmósfera. Cifras que la empresa dirigida por Luigi Ferrari pretende eliminar paulatinamente a través del proyecto “plastic free”.
De hecho, el objetivo principal de la iniciativa es eliminar el plástico de un solo uso en todas las oficinas de Terna en Italia, comenzando por la romana en Via Galbani.
El agua embotellada desaparecerá de los comedores y máquinas expendedoras y será sustituida por dispensadores de agua natural y mineral, caliente y fría. Los vasos de plástico también desaparecieron, reemplazados por unas 700 botellas térmicas personalizadas disponibles para los empleados.
El proyecto “plastic fre” se inspira “en el modelo de economía circular” y está “basado en los principios de reducir-reutilizar-reciclar, orientados a la sostenibilidad, valor que siempre ha sido promovido por la compañía en todos los ámbitos de su actividad, y ahora también en la vida laboral diaria”, explica Terna en una nota.
"El compromiso asumido con estos proyectos requiere la colaboración de cada uno de nosotros - declara Silvia Marinari, responsable de Recursos Humanos, Organización y Asuntos Generales - un resultado concreto es posible, de hecho, sólo si la empresa y su gente caminan responsablemente en el misma dirección".
"Ser sostenibles es parte de nuestra misión - declara Luca Torchia, responsable de Relaciones Externas y Sostenibilidad - la decisión de adoptar políticas sostenibles también en el día a día de la oficina está ligada a la creciente importancia que todos en Terna conceden a la sostenibilidad, también y sobre todo como un compromiso con la protección del medio ambiente”.
