“Se necesita una reforma completo con el sector de la movilidad no regular (taxi y NCC) que se rige por "una ley que ya tiene 25 años".
Este es el punto de apoyo del informe Antimonopolio al Parlamento, con el que el Garante pide "una flexibilización de la regulación existente", eliminando "las disposiciones que limitan territorialmente la actividad de las NCC". Reformas que "garantizarían la plena igualdad" entre los taxistas y NCC y "facilitarían el desarrollo de formas de servicio más innovadoras y beneficiosas para los consumidores (como Uber Black y Mytaxi)".
Con base en lo explicado por la Antimonopolio, los cambios deberían afectar el tipo de servicios que, a través de plataformas digitales, conectan a los conductores no profesionales y la demanda final, al igual que Uber Pop.
Según la Autoridad, para proteger la competencia se debe implementar una regulación que disponga un registro de las plataformas en un registro público y la identificación de una serie de requisitos y obligaciones para conductores y plataformas, incluso de carácter fiscal.
Está claro, prosigue el Garante, que estas medidas conducirían a una ampliación inmediata de la oferta de servicios de movilidad no regulares en pleno beneficio de los consumidores finales.
"La posibilidad de éxito de una reforma tan favorable a la competencia del sector está, sin embargo, ligada a la adopción de medidas adecuadas para limitar en la medida de lo posible el impacto social de la apertura del mercado".
También debería haber algunas formas de compensación a favor de los taxistas. se financia mediante la constitución de un Fondo que contiene los recursos derivados de los nuevos operadores y de los mayores ingresos derivados de posibles cambios en el régimen fiscal”.
