A pesar de las disfunciones y los conflictos en curso en los mercados vecinos o dentro de las mismas fronteras nacionales, se espera que el crecimiento económico en Egipto, Libia, Marruecos y Túnez se acelere nuevamente en el período de dos años 2014-2015.
A pesar de su pequeño tamaño, la economía es muy abierta con un modelo de desarrollo basado en la inversión y exportación de bienes y servicios de alta tecnología. El único riesgo es la situación en los mercados avanzados y la agitación regional.
La posible relajación de las tensiones regionales revalorizaría el papel de hub financiero regional que tuvo el país en el pasado, favoreciendo la recuperación de los flujos turísticos y la IED, pero se necesitan reformas internas decisivas desde una perspectiva estructural.
En un contexto donde la actividad extractiva es insignificante y el mercado se ve penalizado por el gran déficit energético, Jordania solo puede contar con grandes flujos financieros del exterior en forma de turismo, remesas, donaciones y garantías.
La inversión de 500 millones de Kia Fund en el FSI pone el foco en el pequeño pero muy rico país árabe y sus capacidades de diversificación, atrayendo la IED necesaria y aumentando la participación del sector privado en la economía: Kuwait ha...