El Gobierno ha destinado un fondo de 60 millones de euros para aligerar el superticket. El objetivo del Ejecutivo es formalizar la medida en una enmienda a la maniobra que se votará en el pleno el miércoles.
El superticket, introducido en 2011 por el gobierno de Berlusconi, aumentó en 10 euros el billete ya previsto para visitas y reconocimientos médicos. Las Regiones podrían cobrarlo de varias formas: muchas lo han vinculado a la renta, otras añaden 10 euros al billete ordinario.Val d'Aosta, Lazio, Basilicata y la provincia autónoma de Bolzano han optado por no aplicarlo.
El Ejecutivo parece haber encontrado ahora los recursos para revisar o abaratar el superticket. La primera idea del Ministerio es repartir los 60 millones de forma proporcional entre las Regiones, que podrían así intervenir quitando el superbillete a al menos algunas categorías de personas.
Una segunda hipótesis es en cambio la de dar los fondos sólo a algunas Regiones, para homogeneizar las exenciones del superticket, considerando que en algunas realidades del Centro-Norte los jóvenes que nunca han trabajado ya están exentos de pagar.
En el último mes el superticket ha estado en el centro del debate político. Giuliano Pisapia, líder de Mdp, ha amenazado con retirar el apoyo a Gentiloni si no se suprime el superticket.
De hecho, los exponentes del Art.1-Mdp creen que se necesitan al menos 500 millones para la remoción definitiva, y que la cantidad asignada por el gobierno es insignificante.
“Faltan las coberturas para la abolición – explicó Beatrice Lorenzin, Ministra de Salud – pero nuestra voluntad de cancelar el superticket siempre estuvo ahí. Mientras tanto, empecemos a reducirlo, ya veremos cómo más adelante".