La pugna política que se está dando en estos días y en estas horas en el punto álgido de la Gobierno al Super bonificación es muy esclarecedor y marca un punto de inflexión entre los políticos de calidad y el amateurismo y el partidismo de otros. Puedes hacer la más intransigente de las oposiciones pero cuando el Gobierno hace lo correcto hay que tener el coraje de decirlo. Eso es lo que han estado haciendo durante los últimos días. Enrico Letta y esteban Bonaccini reconociendo, a pesar de la disidencia fundamental, que la Primera Ministra Giorgia Melones es una chica dura y hasta el momento -palabras de la secretaria saliente del Partido Demócrata- "ha sido mejor de lo que esperábamos" también porque -según la principal candidata a la dirección del Partido Demócrata- "Meloni es capaz y está no un fascista". Abre el cielo en el ala maximalista del Partido Demócrata, desde Schlein hasta la inefable Boccia y más allá. Pero oponerse a oponerse no conducirá a ninguna parte.
Cottarelli: "Con el Superbonus 110% se exageró"
Tras las oleadas de Letta y Bonaccini, llega hoy otro acto de valentía y honestidad intelectual, desde las columnas del Corriere della Sera, del economista y ahora senador independiente en Pd share, Carlo Cottarelli que dice lo que diría cualquier persona sensata: "Apoyar al sector de la construcción es correcto pero con el Superbonus 110% se exageró" con un método de intervención "demasiado generoso y demasiado costoso para el Estado".
ya mario Dragones en los últimos meses había denunciado que se estaban produciendo demasiados fraudes a la sombra del Superbonus que, por sí solo, abría un agujero en las cuentas públicas de 120 millones que amenazaba con poner en default los presupuestos del Estado y que hasta ahora ya le ha costado a cada ciudadano 2.000 euros. Detener y revisar los bonos de construcción es pura sabiduría y eso es lo que ha hecho el gobierno de Meloni, incluso si los métodos de arrepentimiento están todos por explorar.
Meloni sobre el Superbonus: errar es de humanos, pero perseverar sería diabólico
Hay quien recuerda con razón que Meloni, cuando estaba en la oposición, apoyó el Superbonus sin demasiadas distinciones y con mucha demagogia en la estela del Cinco Estrellas y la Liga. Es muy cierto y acertado resaltar todos los reveses del premier, pero si errar es humano, perseverar es diabólico. Así que retroceder es bienvenido.