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SUCEDIÓ HOY: Hace 11 años la despedida del gran jurista Gino Giugni

Fue un Maestro, un pensador prolífico, un destacado abogado laboralista, cuyo nombre está indisolublemente ligado al Estatuto de los Trabajadores.

SUCEDIÓ HOY: Hace 11 años la despedida del gran jurista Gino Giugni

El 4 de octubre de 2009 moría en Roma Gino Giugni, tras una larga enfermedad que le había apartado de la cultura jurídica y de la política. un Maestro y un pensador fecundo para el país.

Giugni no solo fue un hábil abogado laboralista, fundador de la escuela de Bari, en estrecha colaboración con su amigo Federico Mancini y su escuela boloñesa. En el papel de estrecho colaborador del ministro Giacomo Brodolini y de Carlo Donat Cattin, tras la desaparición del primero, vinculó su nombre al Estatuto de los Trabajadores en 1970, cerca del cálido otoño. 

fue en serio herido en un ataque de la BR, dispuesto a matarlo. De sí mismo dijo que no sabía si era un profesor prestado a la política o al revés. Fue Senador de la ISP por varias legislaturas, presidente de la Comisión del Trabajo; Entonces Ministro de Trabajo del Gobierno de Ciampi en 1993, cuando supervisó y firmó (junto con los interlocutores sociales) el Protocolo que regulaba la negociación colectiva. Pero el principal mérito del Maestro sigue siendo el de haber fundó el derecho sindical moderno, a través de una operación de carácter cultural que tuvo el sentido de una auténtica revolución copernicana.

Aun en ausencia de la ley ordinaria prevista en el artículo 39 de la Constitución que debería haber regulado la actividad de los sindicatos con el objeto de extender erga omnes de la negociación colectiva, Giugni intuyó que se formaba y consolidaba una orden sindical completa sobre la base de los procesos reales de actuación cotidiana y del reconocimiento de la representatividad mutua por parte de cada uno de los agentes sociales. Giugni amplió así, con esta visión, los horizontes del derecho sindical moderno, liberándolo de las expectativas mesiánicas del condenda de jure tomando como referencia "una actividad que se desarrolló en el contexto precario del derecho consuetudinario de los contratos, estuvo viciada por mil insuficiencias, pero no obstante es constitutiva de un patrimonio válido de experiencias de 'derecho vivo'". Este enfoque encontró su propia fuente de legitimidad formal en el Estatuto de los Trabajadores de 1970.

Gino Giugni no sólo era un maestro del derecho, sino una personalidad de gran protagonismo político en el contexto del reformismo socialista. A un estudiante que le preguntó: “¿Está afirmando, por tanto, que los fundamentos éticos de la Constitución permanecerán inalterables?”, Giugni respondió: “Su pregunta contiene en sí misma una respuesta eficaz: los fundamentos éticos no cambiarán. Mientras siga vigente la Constitución republicana de 1948, tendremos la certeza de que sus principios éticos funcionan y, sobre todo, que tienen un importante grado de efectividad. Cuando estos cimientos cambien -junto con las instituciones correspondientes- nos encontraremos ante fenómenos que estaré feliz de no presenciar: espero de ustedes que no haya episodios de crisis de las instituciones que pongan en duda estos principios éticos. principios”. A los grandes hombres les sucede que también son profetas. 

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