“Las estimaciones del FMI son diferentes a las nuestras: veremos quién tiene razón”. Pier Carlo Padoan responde al Fondo Monetario Internacional, y lo hace con dureza, lanzando un desafío al instituto de Washington, a lo que el ministro de Economía italiano también ha querido recordar que "en cualquier caso, tenemos un índice de error muy bajo en las previsiones".
El Fondo ha recortado sus estimaciones de crecimiento a nivel global, e Italia está entre los países que más pagan por ello: a pesar de las previsiones gubernamentales publicadas el pasado viernes, en Perspectivas de la economía mundial el instituto dirigido por Christine Lagarde el predijo un aumento del 1% para este año frente al 1,3% estimado en enero, y del 1,1% en 2017 (1,2%). El Gobierno, por su parte, apuesta por un crecimiento del +1,2 y +1,4% respectivamente.
Un mayor optimismo que Padoan confirmó al margen de un discurso en la Universidad de Columbia en Nueva York:: “Los datos que tenemos son alentadores, aunque todavía no satisfactorios. Hay un compromiso de continuar por el camino de las reformas. Hay una transición de época en las institucionales en particular porque cambian no solo la forma de gobernar el país, sino que también impactan en el crecimiento”.
"Somos fortalecimiento del sistema bancario – prosiguió el ministro -, podríamos ver cierta volatilidad, pero vamos en la dirección correcta”: subrayó también Padoan, en referencia a la inminente definición del Fondo Atlas, que el sector bancario italiano se está fortaleciendo, también debido a las medidas introducidas, y que pesa sobre los bancos una "gran cantidad de préstamos morosos", alrededor de 200 mil millones.
En su discurso, el ministro de Economía también habló de Europa: "Menciono los tres grandes riesgos: los migrantes, el terrorismo y Brexit. Si Schengen colapsa, es una gran amenaza para la Unión Europea: un colapso del tratado pondría a la UE en riesgo desde sus raíces”.
