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Stellantis, Fim-Cisl pide incentivos y el inicio de la Gigafábrica

Salvatore Uliano, gerente automotriz de Fim-Cisl, ataca después de la entrevista con el CEO Tavares. Disminución de la producción de motores, alarma sobre la transición a la electricidad en los sitios de producción italianos. “Sin incentivos, tendremos impacto negativo”

Stellantis, Fim-Cisl pide incentivos y el inicio de la Gigafábrica

La Fim-Cisl da la voz de alarma sobre la transición energética, sobre la tendencia de la producción italiana en el grupo Stellantis y pide al gobierno que aborde con urgencia las decisiones relativas a la Gigafábrica anunciadas por el grupo Termoli. Está preocupado, salvatore ulianoresponsable del sector de automoción de Fim-Cisl después de la última y muy reciente entrevista de Carlos Tavares, CEO de Stellantis. Y en nota de prensa señala los nodos a abordar en el grupo.

En primer lugar, “la producción de motores Stellantis en 2021 con alrededor de 637.400 motores producidos no mejora la cifra de 2020, muy condicionada por el bloqueo de producción provocado por el confinamiento. En los últimos 5 años la producción de motores tradicionales ha sufrido una pérdida total en la producción italiana del 35%, al determinar un reducción de empleo de más de 1.174 trabajadores, si consideramos además el empleo perdido en las fábricas mecánicas de Mirafiori y Verrone, íntimamente ligadas a la producción de motores tradicionales”.

La prohibición de los motores de combustión en los automóviles decidida para 2035 y la de 2040 para los vehículos comerciales "impondrá a corto plazo las opciones necesarias para la reindustrialización de fábricas y para la reconversión de las competencias profesionales de los trabajadores. El tiempo que tenemos por delante es muy estrecho”, subraya Uliano.

Además, "los mismos objetivos anunciados por Stellantis para 2030 -70% de producción eléctrica para Europa y 40% para EE.UU.- ponen de manifiesto la necesidad y urgencia de identificar garantías para las perspectivas futuras de más de 7.000 trabajadores en Italia del grupo que operan con motores tradicionales, número que se duplica si consideramos también las industrias relacionadas”.

Uliano recuerda la reciente visita de Carlos Tavares a las plantas de Termoli y Pratola Serra y recuerda los objetivos marcados por el grupo en cuanto a la conversión al coche eléctrico: "El director general de Stellantis -continúa la nota de prensa de Fim-Cisl- fue claro en el Emitir incentivos para la compra de vehículos eléctricos e híbridos. El coste de un coche eléctrico es más del 50% del de los motores tradicionales, la paridad de costes se alcanzará en los próximos tres/cuatro sin apoyo a la demanda habrá repercusiones negativas sobre los volúmenes de producción y la reestructuración con repercusiones sociales. Sobre la Gigafábrica no está claro por qué el Grupo y el Gobierno aún no han logrado cerrar el acuerdo de manera positiva en siete meses".

De ahí la apremiante solicitud de convocatoria urgente de una mesa Stellantis en el Ministerio de Desarrollo Económico. En el centro está la cuestión de construcción de la Gigafábrica en Termoli que ha estado esperando decisiones del ejecutivo y de la empresa desde junio. Una situación de indeterminación que, según el sindicato, perjudica a los empleados y al país, más ahora que el grupo está a punto de presentar el nuevo plan de negocios.

“Sin Gigafactory – concluye Uliano – en perspectiva todos los Los establecimientos están en riesgo. En Termoli tendremos que discutir el plan industria de la Gigafábrica en detalle: inicio de la inversión, alcance de la protección del empleo, gobernanza de la transición, cursos de formación para el cambio de competencias profesionales". Los juegos permanecen abiertos en Pratola Serra y VM de Cento (donde se fabrican los motores diésel Euro 7 B22 y V6, respectivamente) y en dos plantas que trabajan sobre cajas de cambios: Mirafiori y Verroro, muy interesado en el cambio de motor. El gremio también llama la atención del gobierno y del grupo sobre estas plantas y relanza la urgencia e importancia de una mesa de discusión sobre cómo gobernar el proceso. Llamando la atención sobre la necesidad de orientar los resultados económicos y los ahorros obtenidos también gracias a “la aportación de los trabajadores” hacia una gestión del cambio que asegure fábricas y empleo.

 

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